Entrevista realizada por: La Bruja del Sur.
Walkiria y Eyestruth, arte y alma a partes iguales. Lo que se complementa y lo que suma haciendo sumar, dos energías que dejan huella allá por donde pasan. Escritura y dibujo, mucho más que eso. Dos talentosas mujeres que se han unido para dar vida a un proyecto, intuyo el primero de muchos. Las increíbles ilustraciones de Gisele se fusionan con las letras que Esther saca de sus entrañas.
Me deshago en halagos ante dos mujeres que, aunque apenas hayamos hablado en contadas ocasiones, su presencia alimenta el alma. Es un auténtico placer tenerlas con nosotros este ratito que nos permitirá conocerlas un poco más y no perderles la pista.
ENTREVISTA

ESTHER NIEVA (WALKIRIA)
—¿A qué edad empezaste a escribir?
E —No lo sé. Siempre me recuerdo haciendo uso de papel y tinta cada vez que recurro a la memoria. Era muy pequeña y ya creaba textos, cuentos, historias en definitiva. Cualquier cosa era válida para mí si salía en forma de letras.
—¿Cuáles son tus lecturas favoritas?
E —Por defecto me tira lo oscuro… el terror terrorífico, la novela negra, muy negra, negrísima. El thriller psicológico con mucho loco suelto. Si a todo esto le añadimos sangre ¡Para qué más! Cierto es que hay, y habrá, excepciones. Por poner algún ejemplo: me encantó Invisible, de Eloy Moreno. Las palabras heridas, de Jordi Serra i Fabra me enamoró y las Rimas de Bécquer están grabadas a fuego en mi alma. Tengo mi lado tierno, aunque a una le tira lo que le tira.
—¿Y escritores favoritos?
E —El primero en la lista, es y será Stephen King. Gracias a él, y a Misery, me enamoré de la lectura y el primer amor nunca se olvida. El corazón no traiciona. Como otros imprescindibles, de esos de “escriba lo que escriba yo me lo voy a leer ¡y a comprar en papel!” puedo añadir a Sandrone Dazieri, Donato Carrisi (está claro que tengo un
viajecito pendiente a Italia). J. D. Barker, Wulf Dorn, los nacionales Juan Gomez-Jurado, Carmen Mola y Susana Martín Gijón, también se han ganado un bonito balcón con vistas en mi podio personal.
—¿Con qué cita célebre te identificas más?
E —”Los mejores crímenes para mis novelas se me han ocurrido fregando platos. Fregar los platos convierte a cualquiera en un maníaco homicida de categoría.” Se supone que la dijo la gran Agatha Christie. No es que me identifique, es que me encanta y punto. Me parece sublime. Hay más, pero esta siempre acude a mi mente en primer lugar cuando alguien me hace preguntas de esta índole
—Para leer, ¿tienes alguna manía? (Ambiente, con o sin música…)
E —Puedo leer en cualquier lugar y circunstancia, salvo en un vehículo en movimiento, el mareo puede llegar a ser descomunal. Así que no, gracias
—¿Y para escribir?
E— Aquí depende mucho de qué esté escribiendo, aunque como manía recurrente cabe destacar que no puedo estar en absoluto silencio. Nunca. Por preferir siempre me decantaré por la música, pero a veces también tiro de tele. De todos modos, esta opción no es muy recomendable ya que tiendo a desviarme de mi camino si lo que tengo entre manos no me mantiene completamente absorta. Musa es caprichosa y no siempre acude con las mismas ganas de dejarse querer.
—¿Qué buscas en un libro?
E —Intensidad. Un libro ha de hacerme vibrar, tiene que emocionarme y descontrolarme. Quiero que me ponga el cerebro del revés y la piel de gallina. Sentir como todas mis terminaciones nerviosas se vuelven locas a cada vuelta de página. Si una historia no me da todo eso, no la quiero. Luego está la parte en la que, con Eva (mi Flureta, mi mejor amiga, aunque ese concepto se queda realmente corto) hacemos lecturas conjuntas, por lo general de las temáticas descritas en la segunda pregunta, y destripamos las tramas a medida que vamos leyendo, mucho antes de que el autor desvele nada. Nos encanta y, modestia aparte, se nos da genial.

—¿Qué ha significado para ti ver “Cuando el alma estalla” entre tus manos?
E —Este chiquitín no es “solo un libro”, este chiquitín soy Yo. Realmente es lo que cuento en la sinopsis. Estoy abierta en canal en sus páginas así que, tenerlo entre mis manos, es como tener mi propio corazón latiendo en ellas. Pum pum pum pum… todavía caliente.
—¿Cómo fue ese primer contacto con Gisele para ilustrar tus letras?
E —Magia pura, amor a primera vista. ¿Crees en el destino, en que las casualidades quizá no sean tan casuales? Yo sí. No sé cómo llamarlo, pero creo que hay fuerzas que nos mueven, como aguas por las que fluimos y que nos llevan a converger con otras mareas. A veces chocamos contra ellas como olas rompiendo contra acantilados, otras simplemente, es como llegar con suavidad a una playa… Yo encontré a Giselle gracias a la confluencia de otras aguas, movidas por esas casualidades mencionadas antes y, para mí, fue como sentirme explotar al ver su arte. Me embriagó, me fascinó. Me llenó con su mar y ya nunca podré salvarme. Estoy perdidamente enamorada de su alma.
—¿Bajo qué otros títulos podemos encontrar tus letras?
E —Aunque el hijo pródigo sea Cuando el alma estalla, él tiene un hermano mayor: Los Sie7e. Una antología escrita entre siete autores, en la que cada cual volcó siete relatos sobre cada uno de los siete pecados capitales. Nosotros, los padres de la criatura, aportamos nuestro propio estilo a cada relato y entre sus páginas se puede encontrar realmente de todo… pasión, drama, terror (esto es cosa mía), erotismo, sexo, cuentos populares reformulados, poesía y un alucinante etcétera de letras que sí, son tan fascinantes como suena.
—¿Qué quieres transmitir con tus libros?
E —Pues, realmente quiero transmitirme a mí misma. Volcarme sobre el papel transformada en tinta. Claro está que, dependiendo del estilo seré más mi Yo real o mi Yo puramente escritor, que no siempre son lo mismo, aunque a veces convergen, como en el primer bloque del chiquitín: Yo, Walkiria. En esencia, creo que se trata de eso, de salirme de mí misma para llegar a los demás.
—¿Cuál está siendo el feedback de tus lectores?
E —Ay, yo estoy que ni me lo creo con esto. Hasta ahora, quienes lo han leído me han dicho cosas preciosas. Han compartido conmigo los sentimientos que les han provocado mis letras y hay quien también se ha sentido identificado/a con uno o varios textos. El tercer bloque: El Monstruo, ha removido más de un corazón. Recibir eso a cambio de leerme, es algo bestial.

—Cuéntanos alguna anécdota curiosa que te haya ocurrido respecto a tus libros.
E —Ojalá tuviera muchos libros como para ir coleccionando anécdotas, pero no, anécdotas curiosas como tal no reconozco ninguna. Eso sí, el nacimiento de Los Sie7e es, cuanto menos, de lo más inusual: Siete personas que no se conocían de nada, participaron en un reto escritor de un grupo de lectura de Facebook. Un relato de un Peter Pan venido a menos, llevó a la creación de una más que peculiar Campanilla a la que siguió Wendy (la pobre pobre Wendy). Literalmente una cosa llevó a la otra y conversación tras conversación nos fuimos envalentonando hasta culminar en un proyecto absolutamente maravilloso. Y las amistades que se han quedado ya perpetuas.
—¿Cuál es tu consejo para alguien que empieza en el mundo de la escritura?
E —Estoy muy lejos de ser alguien que pueda dar consejos sobre eso. No soy constante, ni tengo hábitos sanos de escritura, mi tinta sale por impulsos, lo que conlleva tener épocas muy prolíficas y otras de absoluta sequía. Lo único que podría decir, que quizá sí se asemeje a un consejo, es “si te remueve, si te vibra, si te quema por dentro… hazlo. No dejes que muera dentro de ti”.
—¿Nos puedes adelantar algún lugar del mapa al que planees hacer una presentación de tu libro?
E —En Andorra, que es donde vivo, y con motivo de Los Sie7e, hice una entrevista para el diario y otra para la radio, también una firma en la librería Libro ideas. Para Cuando el alma estalla, me gustaría hacer lo propio también y, si la providencia quiere, viajar hasta Canarias para, con el Algani editorial y Atlántida distribuciones (ambas empresas con las que está vinculado el pequeñajo) poder hacer una bonita presentación. Algún día… Quizá.
—¿Qué nuevos proyectos se avecinan?
E —Estoy en plena creación (pero en medio de una de esas épocas malas de las que he hablado dos preguntas atrás) de una nueva antología, esta vez solo mía, en la que doy rienda suelta a mi lado más oscuro, plagando las páginas de locura y sombras. Me encanta que mis letras se dejen llevar por la psicópata chalada que vive anclada a mi hipotálamo.
—¿Dónde podemos encontrarte en las distintas redes sociales?
E —Principalmente, estoy en Instagram como @esther_walkiria , donde también comparto las reseñas de mis lecturas, cosa con la que disfruto sobremanera. Facebook lo utilizo más a nivel personal, aunque tiene contenido de ambos libros y de las reseñas en álbumes públicos, aquí se me puede encontrar como Esther Nieva (Walkiria). En ambas redes estoy a disposición plena de quién quiera ponerse en contacto conmigo.

GISELE RO (EYESTRUTH)
—¿A qué edad surgió el primer boceto?
G —No recuerdo el primero. Debió ser a los tres añitos (como la mayoría de peques en la escuela o en casa experimentando). En cambio, recuerdo dos dibujos que regalé a los cinco años con bastante claridad: el que le hice a mi padre antes de que se marchase de casa y el que le regalé a mi abuelo en el hospital días antes de su fallecimiento.
—¿Qué técnica es tu preferida? (Lápiz, carboncillo, acuarela…).
G —Grafito por excelencia. Después las acuarelas, acrílicos y anilinas. Como también la tinta china y los negros intensos que ofrece.
—Sé que es como preguntar qué hijo es el favorito, pero ¿a qué dibujo le tienes más cariño?
G —¡Qué difícil contestar esta pregunta…! Supongo que el cariño que pueda sentir por un dibujo siempre irá de la mano con la sabiduría de intuir que solo yo comprenderé del lugar que procede verdaderamente eso que me provoca al mirarlo. Creo que la conexión que se establece entre creadora y creación marca una danza y los papeles se intercambian: mi creación también es capaz de crearme a mí.
—¿Tienes alguna manía confesable o ritual antes de dibujar?
G —Si, confesaré algo… El espacio de creación debe ser silencioso y amplio. Cuanto más amplio y luminoso mejor. Aunque luego me coloque en una pequeña esquina de ese super espacio con mis cuatro cosas. También no tener tareas que hacer. Porque una vez empiece a crear, se irá el día volando.
—¿Crees que se nace con el talento o es algo que pueda aprenderse desde cero?
G —Nacemos talentosos. Confío que, con el paso de los años, vamos desarrollando habilidades que van enfocadas a lo que más o menos nos gusta hacer. Pero también intuyo que no siempre es así. Y que por desgracia y en este sistema tan cuadriculado, muchxs creen que no tienen talento para dibujar y que no se les da bien. Nos comparamos y hacemos juicios. Y olvidamos que el mayor talento que puede tener una persona es el que todas tenemos: la capacidad de expresarnos. Pinta como quieras, lo que quieras y con lo que quieras. Conociendo el lugar desde donde lo estás haciendo (amor, rabia, envidia) y decidiendo si es sano o no para ti. No tiene que agradar, tiene que ser útil para tus emociones. Y si un día viene alguien a decirte que le gusta, bienvenido. Y si vienen para decirte lo contrario, bienvenido también. Creo que aquello que es creado para agradar es más decoración que arte en sí…

—¿Te has planteado alguna vez hacer una exposición de tus diseños? (Si ya la hay, por favor, ¿podrías indicarnos más detalles?).
G —Tengo muchos proyectos en mente y falta de accionamiento. Supongo que serán etapas. Pero hacer una exposición entra en mis planes como agua de mayo.
—¿Qué diferencia hay, en tu opinión, entre dibujar por placer o por trabajo?
G —Me encanta esta pregunta. Me la he hecho muchas veces. Para mí es una lucha interna conmigo. Es difícil separar ambas cosas porque para ti parecen lo mismo. Cuando empiezas en el mundo del arte tienes una idea de lo que te impulsa y mueve para crear. Cuando tu pasión se convierte en tu trabajo esa idea pasa a ser diferente sin darte cuenta. Y ahí se crea un desequilibrio; confundes la intención de tu arte. Si no lo identificas y lo separas. Cuando creas por placer, no hay nada que esperar. Cuando creas por trabajo, deseas aprobación. Y esperas una remuneración a cambio. Y aunque pueda parecer mínima la diferencia, muchas veces supone un abismo. He llegado a olvidar lo que es crear por placer y hacer de todo mi arte un negocio. Sea lo que sea que haga. Y esa no es la esencia ni su raíz. Muchas veces hay que parar y sentir tus pies descalzos en la tierra para reconectar con el inicio y dejarlo salir. Y volver a tu lugar.
—¿Esther te encontró a ti o tú a ella? (Cuéntanos un poco cómo fue el inicio de esa colaboración para ilustrar sus letras).
G —Mi querida Cris (gran amiga) mencionó mi nombre en un comentario que encontró por Facebook (Cris es una pasada porque va dejando mi nombre allá donde puede). Y justo era de Esther, que preguntaba por ilustradores para su potente pequeñín. Esther y yo nos encontramos en ese momento. Y puedo decir que es tan especial y poderosa que conocerla significó impulso, valía y un regalo enorme.

—¿Sueles buscar inspiración en todo lo que te rodea?
G —Al principio sí. Y con el tiempo aprendí que no hace falta buscarla. Te quedas empanada mirando una flor y es la inspiración la que viene a ti y te pide un té.
—¿Alguna vez se te ha resistido la imagen que te haces en la mente a la hora de plasmarlo en papel?
G —Sí, bastantes. Y me enfado y lo dejo. O lo tiro. He llegado a estar un día entero con un dibujo que al llegar la noche he mirado y lo he borrado. Después de estar 10 horas pintando. Cuando es por trabajo a veces te fuerzas por fechas y entregas y pasan estas cosas. Cuando es por placer si veo que no me veo, a los 30 minutos lo dejo y mañana ya me veré.
—¿Hay alguna anécdota curiosa respecto a alguno de tus dibujos?
G —¡Bastantes! Normalmente utilizo manchas y salpicaduras cuando pinto y eso caracteriza a Eyestruth, ¿no? Pero el origen de esas manchas y el porqué me topé con esa forma de expresión se basa en mi torpeza. No había dibujo que no manchara sin querer con el vaso de agua para limpiar los pinceles. O los botes de tinta volcados con el codo justo encima de todo el dibujo.Una vez me enfadé tanto, que me levanté, cogí el dibujo super manchado y empecé a liarla más. A tirarle más y más tinta, agua y de todo. Lo tiré al suelo y me tiré encima y empecé a reír y a llorar y a estar igual de manchada que el dibujo. Y allí, en medio de todo aquello, se empezó a solidificar mi relación con el arte.
—¿Tienes algún nuevo proyecto a la vista? (Ilustrar a otros autores, diseñar tattoos, centrarte en el placer de dibujar por y para ti, etc).
G —Ahora mismo sigo con los diseños de tatuajes e ilustraciones. También camisetas, tote bags y lienzos de impresión digital. Tengo otros proyectos en mente y quiero revelar pocos, pero haré un pequeño adelanto: es posible que pronto haga impresiones de mis ilustraciones sobre fundas de cojines, cortinas… (hasta aquí puedo leer). También voy a seguir formándome. Concretamente en integración social y especializarme en el módulo de artes paliativas y arteterapia.
—¿Dónde podemos encontrarte en redes sociales?
G —Me muevo bastante por instagram: @eyestruth donde encontrareis mis trabajos y reflexiones. También un catálogo en el enlace del perfil con mis ilustraciones y aplicaciones artísticas. Para más consultas o proyectos también estoy disponible por e-mail: eyestruth.draw@gmail.com
¿Fascinados? ¿Embelesados? ¡¡No es para menos!! Así que ya sabéis: buscadlas en las redes sociales y flipad porque van a dar mucho que hablar, tanto juntas como por separado. Yo, de momento, voy pensando diseño de tattoo mientras me veo en las páginas de ‘Cuando el alma estalla’.
¡¡Muchísimas gracias, chicas, de parte de todo el equipo de ‘Espiademonios’. Estáis en vuestra casa.
¿Te ha gustado esta entrada? Déjanos tu valoración y tu comentario.
Queremos ofrecerte el mejor contenido. Ayúdanos a seguir creando y a mejorar colaborando con nosotros en Ko-fi y obtén recompensas muy especiales.
Síguenos en redes sociales a través de Twitter e Instagram.

Las letras de Esther y los trazos de Giselle casan a la perfección!
Yo me he leído el pequeñajo unas cuantas veces ya y cada vez se le saca más jugo. Espero alegremente ese recopilatorio!!