The Witch es mucho más que una película de terror, es la constatación de Robert Eggers como uno de los grandes directores del momento, capaz de elevar de un género olvidado como el Folk-Horror a la categoría de obra de arte.

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Sinopsis
Nueva Inglaterra, 1630. William y Katherine son dos cristianos devotos que se han instalado con sus cinco hijos en medio de la naturaleza salvaje. Cuando su hijo recién nacido desaparece y la cosecha se estropea, los miembros de la familia empiezan a desconfiar los unos de los otros. Un mal sobrenatural les acecha en el interior del bosque.

El director
“La ópera prima de Robert Eggers confirma la edad de oro del cine de terror y el despertar de cierto interés por un subgénero de terror olvidado como el Folk-Horror”
Con menos de 40 años y tan solo con tres largometrajes a sus espaldas en las que no solo dirige sino también ejerce de guionista, Robert Eggers es para muchos uno de los grandes directores del cine actual. Su cuidada estética, las grandes interpretaciones y la atmósfera que llega a crear en sus producciones, hacen que sus películas sean de visionado obligatorio para los amantes del séptimo arte.
Muchos somos los que consideramos a este director uno de esos directores a los que hay que tener en cuenta cada vez que estrenan una nueva película, y un director por el que A24, la productora y distribuidora de cine independiente, apostó valiéndose tan solo como referencia de un par de cortometrajes, fórmula similar a la empleada para captar a otro gran director de cine como Ari Aster.

Antecedentes
A lo largo de los años el terror nos ha ido brindando una serie de tendencias que acabaron convertidas en subgéneros. Sin ir más lejos el Folk Horror es un subgénero que nace hacia finales de la década de 1960, con una Hammer Productions en plena ebullición, y es en medio de ese escenario donde una productora, la Tigon British Film Productions, apostaría por el cine de terror de bajo presupuesto produciendo dos títulos que le dieron forma a lo que posteriormente acabó denominándose Folk Horror.
El terror rural nacía en 1968 de la mano de un film como “Cuando las brujas arden” dirigida por Michael Reeves e interpretada por un actor de gran carisma y de culto en el género de terror como Vincent Price y que aborda la persecución de la brujería en la Inglaterra del siglo XVII. Tres años después llegaría la fantástica e icónica “La garra de Satán” (Piers Haggard), un film de culto que bien podríamos considerar el germen de lo que más adelante Stephen King nos presentaría en “Los chicos del maíz”.

Junto a estos enormes títulos, “El hombre de mimbre” (1973) de Robin Hardy significó uno de los máximos exponentes de esta tendencia que apostaba por plasmar en la pantalla el paganismo, los cultos ancestrales y la brujería, siempre apoyadas con atmosferas del todo perturbadoras, malsanas y mal-rollistas.
Esa fórmula como tendencia que fue en su momento acabó desgastándose y pese a que se produjeron algunas películas menores que siguieron explotando ese terror rural, pronto acabaría desapareciendo de las pantallas, hasta que casi 40 años después y no de la mano de un director británico si no desde USA nos llegó una de las grandes obras de horror de los últimos años: “The Witch” (La Bruja).
El resurgir del Folk-Horror
A partir de ese momento y desde Inglaterra nuevamente ha vuelto a resurgir dicha fórmula, siendo Ben Weathley el responsable de dos títulos que han servido para que el Folk Horror resucite con la misma fuerza con la que impactó en los setenta con “Kill List” (2011) y “A field in England” (2013).
Asímismo alargando la sombra de “La bruja” y desde otras latitudes nada afines al terror como Estonia, Rainer Sarnet nos ha traído “November” un film hipnótico y extraño bellamente fotografiado y desde Alemania Lucas Feigelfeld nos ha traído una sombría y difícil de olvidar “Hagazussa”.
Sin olvidar otra gran película excepcionalmente producida y distribuida por A24 (recordar que La bruja no ha sido producida por A24 sino únicamente distribuida) de la mano de otro de los grandes fichajes de A24, Ari Aster como es “Midsommar” (2019) a caballo entre lo ancestral y lo pagano y que fácilmente podría etiquetarse como Folk-horror.
La película
La película parece no estar basada en un hecho real pero sí está inspirada en el clima de histeria sufrido por una colonia de la Nueva Inglaterra de 1630, unos 60 años antes de los famosos Juicios de Salem. Eggers trata de plasmar el inicio de esa obsesión con las brujas, que más tarde y en aras del fanatismo religioso y el extremismo cristiano, provocaría matanzas de inocentes.
Quizás uno de los aspectos más interesantes de “La bruja” es la falta de voluntad del director para complacer a la audiencia. Lejos de lo que el público hubiera esperado de una película de terror sobrenatural arquetípica, completa de “jumpscares” (sustos), sangre e incluso gore, estos recibirán algo mucho más inquietante, una exploración de la oscuridad de los individuos que conforman esa unidad familiar manifestada en forma de estupidez, ignorancia, supersticiones y fundamentalismo religioso.
El contexto
El film se centra en una familia puritana en la zona rural de Nueva Inglaterra en el siglo XVII que es expulsada de su aldea por acusaciones de orgullo excesivo y arrogancia frente a la comunidad que podrían responder a la interpretación extrema que de la biblia y de la propia fe cristiana realiza el patriarca. Se instalaran en las afueras de un bosque para retomar su estilo de vida agrícola. La familia está compuesta por el jefe patriarcal William (Ralph Ineson), la esposa Katherine (Kate Dickie), la hija Thomasin (Anya Taylor-Joy), el hijo Caleb, los gemelos Mercy y Jonas, y el bebé Samuel.
Ambientando el mal
El tono del film es inquietante y seductor casi desde su inicio, donde se nos muestra un enorme bosque oscuro que acecha a cientos de metros de la casa de la familia. Sabemos que dentro del bosque se esconde algún tipo de maldad pero desconocemos sus intenciones y no será hasta avanzada la película cuando se vislumbre el alcance de este mal.
Un día, mientras Thomasin juega con Samuel, él desaparece repentinamente ante sus ojos y, después de días de angustia en su búsqueda, se presume muerto.


Dios y el diablo
Tras la desaparición del bebé Samuel la familia trata de continuar con sus quehaceres, y es ahí en esas escenas de mera rutina como las imágenes frecuentes de William cortando leña, donde la idea de maldad burbujea debajo de esa superficie de tranquilidad familiar rodeada de un puritanismo que roza el fanatismo, un estilo de vida estrictamente religioso, donde todas las conversaciones giran alrededor de la devoción a Dios y la idea de pecado como mal que acerca al diablo.
William, el cabeza de familia, intentará inculcar ese modo de vida reverencial por Dios a toda la familia, en especial y con mayor énfasis en Thomasin, la mayor de los hermanos. Ambos, Ralph Ineson y Anya Taylor-Joy nos ofrecerán sin duda las más cautivadoras y mejor interpretadas escenas del film. Ineson en particular con su voz profunda y áspera y Taylor-Joy con una inocencia, belleza y talento fuera de lugar.
Problemas familiares
Por otro lado la mala relación entre la madre, Katherine y Thomasin estimulada por la innata maldad de los gemelos Mercy y Jonas irá desembocando poco a poco en una atmósfera agobiante.
A todo ello se suma el aislamiento y las malas cosechas, hechos que comienzan a desgastar a la familia a través del hambre y la tragedia comprometiendo el equilibrio psicológico de todos.
“La bruja es una película excepcionalmente bien hecha, bellamente fotografiada y excelentemente interpretada”
Tensa oscuridad
Elpaso gradual a una narrativa más preocupada por la sutileza que por el miedo ostensible, se potencia a través de la tensión construida por la eficiente partitura de Mark Korven, el cual emplea voces disonantes y sonidos en su mayoría de instrumentos de cuerda que mantienen al espectador en una tensión constante al sugerir la amenaza que si bien en un primer momento no es identificable, ciertamente parece tener su origen en el bosque que acecha a la familia.
El bosque es fotografiado por Jarin Blaschke como una gigantesca pared oscura, que crea una sensación claustrofóbica incluso cuando las escenas ocurren en el interior del mismo. Asímismo, las escenas oscuras siembran de malestar al espectador con retazos de información que dosificados por el director no hacen otra cosa que generar un temor y un terror embriagador.
Ruptura familiar
La ruptura gradual de la confianza interfamiliar, unida al despertar sexual de Thomasin (recurso este utilizado en otras obras claves del terror, desde “Carrie” de De Palma, “El exorcista” de Friedkin, “Crudo” de Julia Ducournau, “Déjame entrar” de Tomas Alfredson o “La mujer pantera” de Jacques Tourneur), su paso de niña a mujer, lo que provoca malestar en los hombres de la familia e indirectamente en su madre, abren una herida mortal en la familia. El gran crimen de Thomasin es su creciente feminidad, sinónimo de impureza, tentación y pecado y sobre ella recaerá la incriminación, la falsa denuncia como si de un juicio por brujería se tratase.
La construcción de este juicio es tan cuidado, que los últimos 15 minutos podrían llegar a decepcionar al espectador más exigente, al comprometer ese símbolo del horror tratado con tanto mimo durante la casi totalidad del film y tratarlo de representar de forma gráfica. Ya se sabe que uno de los caballos de batalla de los grandes directores de cine de terror es saber encontrar el término medio en la forma de mostrar el horror, ya sea de forma gráfica o bien de forma metafórica, y si no que se lo digan al genio de Jacques Tourneur que supo mejor que nadie sugerir terror antes que mostrarlo.
Opinión Personal
La bruja es un film de terror excepcional precisamente porque hay pocas películas con la que compararla a excepción de las que hemos indicado al principio de este artículo. Puede ser decepcionante para aquellos que buscan una película aterradora, sangrienta o un tren de la bruja lleno de sustos, sin embargo para aquellos que reconocen y admiran el enfoque más estilístico y se dejan atrapar por su fascinante tono, su aterradora atmósfera y su bella fotografía puede ser una experiencia cinematográfica brutal e inquietante.
The Witch es una película excepcionalmente bien hecha, bellamente fotografiada y excelentemente interpretada. El vestuario, el diseño del escenario, la cinematografía y la banda sonora son tremendamente efectivas, sin olvidar la cuidadosa investigación histórica del director Eggers, quien logra crear un film que expira ansiedad, escalofriante, claustrofóbico, completamente inmersivo y de combustión lenta que la hace distinta a la mayoría del panorama de terror contemporáneo.
Siéntense y disfruten…
Valoración
Ficha Técnica
Título original: The Witch
Título en España: La bruja
Año: 2015
Duración: 92 min.
País: USA
Dirección: Robert Eggers
Producción: Coproducción Estados Unidos-Canadá-Reino Unido; A24, Code Red Productions, Pulse Films, Scythia Films, Rooks Nest, Maiden Voyage Pictures, Mott Street Pictures
Guion: Robert Eggers
Música: Mark Korven
Fotografía: Jarin Blaschke
Reparto: Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Ineson, Kate Dickie, Harvey Scrimshaw, Lucas Dawson, Ellie Grainger, Julian Richings, Bathsheba Garnett, Sarah Stephens, Jeff Smitch
Género: Terror/Siglo XVII/Brujería/Religión/Drama psicológico/Cine independiente USA/ Familia /Folk Horror
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