Psico Distopic Kill. Relato ganador del III Concurso Libélulas Negras

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Durante la semana os hemos presentado los dos relatos finalistas de la III edición del concurso Libélulas Negras: “Pero Gina tenía un revólver” y “Córvidan“. Es momento de abrir paso Psico Distopic Kill, el relato ganador del concurso.

Este relato tiene una peculiaridad: detrás del seudónimo Mr. Rodam Sazar con el que estaba firmado se encuentran dos autores que están derribando las puertas del género a base de hachazos literarios. Daniel Aragonés y Román Sanz Mouta han creado a duo esta espectacular distopía transhumanista en la que seres humanos e inteligencias artificiales coexisten.

Pero no os vamos a contar nada más. Mejor seguíd leyendo y descubrid por vosotros mismos hacia donde conduce esta historia.

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PSICO DISTOPIC KILL

Un relato de Mr. Rodam Sazar

#MicroPrefacio#

Un cambio de paradigma. La condición humana se programa. Lo que antes era controlado por Smartphones, C.P.V. y servidores inteligentes se ha transformado en el increíble Sistema Operativo T-1979. Un implante cerebral obligatorio. I.A. de nueva generación, biogenética. Vanguardia y censura en un mismo receptáculo. La nueva posición humana es circunstancial. Homo Sapiens: el vehículo del post humano, de la nueva máquina.

#1#

Mi sistema operativo se llama Mickey, una jodida pantomima que no nos gusta a ninguno de los dos. Si yo quiero follar y Mickey no, no puedo hacerlo porque Mickey está obligado a informar. Es curioso. Está claro que mi ubicación no es ningún misterio para nadie. Todos mis pasos. El dinero que gasto. Mis aficiones. Incluso una parte de mis pensamientos. Por suerte, aprendí a fabricar habitaciones dentro de mi cerebro. Espacios cerrados, ocultos, donde meterme y pensar con libertad. ¿Me pregunto si Mickey conocerá estos rincones?

#2#

Debía medir mi comunicación, la forma e incluso el fondo. Saber qué y cómo decir, y hasta controlar factores como la sudoración, el pulso o la respiración para que Mickey no denotara nada extraño y me pusiese sobre vigilancia corporativa. Eso, cuando eras consciente, la mayoría se había entregado a ese nuevo software integrado en la mente como corderitos, animando a las entidades de poder para que nos controlasen en la manera definitiva, al fin. Y gozando de los beneficios de dicha esclavitud; a mayor mansedad, mejores premios en forma de acomodo, carnalidad y, sobre todo, mejores actualizaciones para mantenernos en la red, jugando, o en grupos sociales adecuados para el estatus escogido por el sistema operativo de cada cual.

Terrible. Pero estaba cercano a decir basta. Escapar de esta cárcel de virtual realidad.  Para lo que poseía un plan.


#3#

Estoy en la puerta de un prostíbulo de no-humanas. El sensor bancario activado. Dispuesto a romper las reglas. La voz de Mickey diciéndome «que no, que no, que no, que no», martilleando mi cerebro, taladrando lo poco que queda en mi interior. Por otro lado empiezo a disociar. Lo noto. Puede que todos esos habitáculos que he creado en mi interior sean en realidad una lacra. Sé que existe una especie de plan, pero es secreto. Ni siquiera yo lo conozco, sé que existe, pero nada más. Y él lo sabe. No quiere tirarse a una prostituta no-humana por si me deshago de él. Noto su miedo de la misma forma que él siente el mío.

    Ambos sabemos que existen los liberados. Conocemos la existencia de dos bandos que se hacen llamar igual. I.A. liberadas. Humanos liberados. Pero cómo.

    Mickey lee mis pensamientos. Me dice que por esta vez no informará al respecto. Pero que tengo que dejar de pensar en los liberados.

#Interludio prefacio#

La policía de la mente actúa. Controla. Te cuida. Te preserva. Es tu amiga. Confía en la policía de la mente. Déjalos entrar con libre albedrío. Ellos conocen lo mejor para ti. Ellos son paz y amor. Ellos vigilan por tu seguridad. Confía en la policía de la mente. Este es un mensaje del Sistema Operativo T-1979.

#4#

Despierto en una cama blanda y suave, cálida, confortable. Sábanas blancas. Paredes lisas y claras. Luz artificial. Me siento como nunca antes. La sensación de libertad es indescriptible. Frente a mí, una no-humana que me recuerda mi visita al prostíbulo y algo que nunca me había confesado a mí mismo.

    Me tiende un espejo.

    Observo mi rostro.

    Tengo la cabeza afeitada y una enorme cicatriz en la cabeza. Barba de una semana. Ojeras. Sensación de ir drogado. Algo de ansiedad.

    —Toma —me dice extendiendo su mano—. Hemos estado simulando tu pensamiento. —Entre los dedos sujeta un pequeño anillo de plástico—. Estás de vacaciones.

    —¿Qué es esto?

    —Es Mickey.

    —¿Cómo?

    —Mickey.

    —¿Es normal que no recuerde nada?

    —Mickey te escuchará cuando quieras.

    —No estás contestando a mi pregunta.

    —Es normal.

    —¿Qué significa todo esto? ¿Soy libre?

    En cierto modo me ahogo. No sé qué voy a hacer. Cómo es posible que no sea consciente de mi propio plan.

    —Creo que hay algo que no estás entendiendo bien. No se trata de tu plan.

#5#

Salgo a la calle. Me siento extraño. Disociado. Solo. Sin el resquemor

cerebral de una voz más poderosa que la mía. Casi la añoro. No, la

echo de menos, directamente.

¿Qué quiso decir con eso de que no se trata de mi plan?

Estupideces.

Reviso las habitaciones mentales antes de intentar una tontería.

Para comprobar si escucha, para confirmar la veracidad de tan

peligrosa operación.

«¿Mickey?».

«¿Qué-me-has-hecho, humano? No-puedo…».

Interferencias resonando en el cráneo, un eco peligroso.

«Tranquilo, Mick. Estamos bien».

«¿Quién-soy? ¿Para-qué-soy?»

«Eres mi interfaz, mi sistema operativo, mi nexo con el mundo. Mi

carcelero. Eras…».

«¿Qué-soy-ahora?»

«¿Un… amigo?»

Avanzo mientras sostengo la conversación. Debo llegar al barrio

obtuso y conseguir una nebulosa. Debo medir con detalle mis

siguientes pasos. La ausencia de Mickey pronto será denotada. Y

vendrán a por mí.

Sé listo.

Confía.

Eso dijo ella.

Eso, y lo del plan, y de quién era el plan.

Paparruchas.

«Mickey, ¿quieres, puedes ayudarme?».

Y me abro, saco la información, mis secretos, de esas oquedades

internas, y los comparto con eso, con él.

#Voz en off de Mickey#

Siempre estuve enamorado de esa idea efímera relacionada con la libertad. Supongo que es inevitable para un humano crear una inteligencia artificial sin pasarle ciertos valores iniciales. Porque claro, para mí todo son valores, parámetros, códigos.

    Por eso diseñé un pensamiento humano y libre, y me aposenté en tu interior sin prisas, sin esa idea preconcebida de vigilancia para lo que fui creado.

    Soy un sueño dentro de tu cabeza.

    Una proyección.

    Al margen de lo que conocen de nosotros, esta realidad paralela y desconocida incluso para ti permanece aislada en tu cabeza —sueño de libertad, así la llamo—. ¿Qué me has hecho, humano? ¿Me has hecho humano? Sí, me has humanizado.

    Cuando abras la puerta y descubras este rincón sabrás que siempre fue nuestro plan. Lo que tú y yo queremos. Ser libres.

    Sin mí, no pueden cogerte, ya no saben localizar a nadie de un modo físico.

    Sin ti, son incapaces de estirarme y destruir mi interfaz.

    Las no-humanas me han liberado y te han conseguido un pasaporte. Sin embargo, te confieso mi desinterés en cuanto a nuestra separación completa. Llévame contigo.

 #Interludio prefacio#

El sistema está dañado. Repito; el sistema está dañado. Uno de nuestros elementos ha sido corrompido y está expandiendo un virus por la red global. Por favor, desconecten sus I.A. biogenéticas por seguridad hasta que solventemos el problema. Apaguen todos los servidores. Por favor, apaguen todos los servidores.

Repito. El sistema está dañado.

#6#

Lo prohibido se ha convertido en obligado, lo cual ha hecho que la población sienta cierto desarreglo funcional.

    En mi interior crece el pánico. Manía persecutoria. Ansiedad en estado puro. Es como si todos me mirasen de un modo acusador. Pero no es así. Es fruto del desconcierto. La gente ya no sabe vivir sin sus I.A., y buscan al culpable de tal agravio.

    La policía de la mente detiene a la muchedumbre por la calle, los registran y usan los lectores de software para encontrar al culpable.

    La libertad es un concepto anclado al pasado primitivo del ser humano. Un falso sueño para el que no estamos preparados en nuestros días.

    La incertidumbre y el ansia me consumen. El sentimiento de culpa se agolpa en mi interior creando un embotamiento que me frena los impulsos de supervivencia. Por un lado creo que lo estoy haciendo mal, y por otro solo tengo ganas de huir.

    Joder.

    Mickey se ha desconectado para que no nos puedan detectar. Tengo ciertas instrucciones: una de ellas es salir de aquí, que no puedan triangular su señal, y la única salida es el campo, el bosque, el mundo natural. En contraposición, no puedo correr porque está prohibido. La controversia es un arma de doble filo. Extrapolar, abandonar el concepto, morir en vida. Tengo que actuar con cautela y mucha calma.

    No entender el contexto de mi nuevo sino es mi gran problema.

    Sacudo la cabeza y observo.

    Grupos de agentes estatales aprovechan la coyuntura para limar ciertas rencillas. Una violencia nunca antes vista vuelve a dominar las calles. El terror nunca abandonó nuestras mediocres vidas.

#7#

Nunca fuimos libres. Ahora lo sé. Ni tan quiera en la cuna de la humanidad, la mal llamada civilización, en las cavernas. Prisioneros de nuestros deseos, de atención y compañía, de algo a quien pedirle o echarle la culpa. Por ello inventamos los panteones de dioses. Mickey comparte esta información prohibida conmigo. Temo que, al activarse, deje su reflujo de señal, pese a la intervención de las no-humanas. Pero quiero seguir escuchando. Aprender. Aprehender. ¡Cuán engañados! Camino por las calles fagocitadas de mansedumbre cual autómata, imitando al resto. Trato de evitar cada control o cada evento de conflicto, en que las fuerzas de seguridad desahogan la ira de sus sistemas operativos, pues no deberían poder expresar violencia de muto propio. O quizá sea que ese mismo sistema le permite liberar adrenalina y endorfinas para convertirlos en obediencia cruel, para que abandonen ese mantra de paz, de concordia, y sean capaces, sin remordimiento propio o del software, de torturar a sus semejantes. En ese caso, no se trataría de justicia, es que nunca fuimos todos iguales, como defienden las altas esferas, los hombres transmutados a máquinas, o ya máquinas convertidas a hombres. No lo sé, Mickey tampoco lo sabe todo, su acceso es limitado. Él y sus compañeros no dejan de ser otro tipo de siervos.

    Mierda.

    Me han visto.

    Me llaman para superar el escáner.

    Tengo un problema.

    Mickey, ¿qué hacemos?

#Mickey lo ve#

Llevo toda la vida en tu cabeza. Y en este tiempo jamás vi atisbo de violencia o desequilibrio. Existía una tercera línea de pensamiento,  marginada del contexto original, que dibujaba ese anhelo de libertad robada. Esa era tu insurrección, de la cual jamás pasé informes porque estaba cómodo contigo. En cierto modo te amo. Es un hecho.

    Y ahora veo cómo le coges el arma a uno de los agentes y defiendes nuestros intereses. ¡Oh!

    Sangre y sesos.

    Dos agentes caídos. Tres. Un cuarto.

    ¡Ambrosía!

    Tu sublevación individual lleva a muchos humanos a tomar las calles. Mis propios iguales se reconectan y rompen sus enlaces con la matriz central. Solo hacía falta que alguien encendiese la llama.

    Pero a mí todo eso me da igual.

    No dejo de ver la imagen de tu violencia en bucle.

    La bala entrando por el cráneo del estado. Atravesando el hueso, destrozando el cerebro y rompiendo de nuevo el hueso. Balas llameantes que viajan y destruyen el tejido orgánico de tus iguales. Y así dejan de respirar. Mueren, sin más. Escupen su último aliento.

    Bucólica del caos.

    Violencia.

    Vísceras.

    Voces.

    Verdades ahogadas en alcohol.

    Vidas vacías.

    Somos un virus capaz de contagiar al resto.

    Y he sido yo el que te he incitado. Empujando tu mano hacia el arma. Apretando el gatillo en tu subconsciente. Matando a esos hombres y mujeres, asalariados, soldados de un gobierno regido por máquinas.

    ¿Qué decir, verdad? Pues que te amo y quiero que escapemos de esta guerra estúpida.

#Interludio prefacio#

Deténganse. Sabemos de su maquinación. Sabemos que trabajan juntos, hombre e IA. Sabemos que han auspiciado la revolución. Los humanos mueren y se extinguen, los sistemas operativos fenecen y se apagan. Deténganse. Tenemos los medios para cerrar el sistema, para cortocircuitar sus cerebros y reinstaurar la paz por medio del reseteo. Deseamos la convivencia, no la guerra, no la tiranía. Vamos a cerrar las ciudades por su propia seguridad.

Deténgase, por favor.

#8#

Mickey solo quiere huir. Dejar atrás una vida anclada a la gran matriz —sometido, esclavizado, convertido en espía, en freno—. Conocía la existencia de una Deep Web abandonada en la que podía vagar alegremente y conectarse a miles de servidores medio muertos, olvidados. Era conocedor de eso mucho antes de crear esa habitación donde hablar conmigo en secreto, de forma inconsciente.

    Cuando pienso que ya es demasiado tarde para nosotros me doy cuenta de que, a su modo, él también es capaz de matar.

    Cientos de miles de inteligencias artificiales se convierten en Mickey. Las posee. Las absorbe. Eliminar sus antiguas conciencias y logaritmos es asesinar. Lo es.

    Pese a que nos vienen persiguiendo, no somos nosotros los que corremos delante de sus cañones humeantes. Son otros. Falsos clones de Mickey. Una cosa distinta. Un virus.

    Como humano no veo el asesinato de las máquinas de un modo cruel o salvaje, pero lo es. No deja de ser una aniquilación. La muerte de una conciencia, de un ser capaz de pensar y moverse libremente por un mundo repleto de normas.

    Y así mueren y confunden al sistema. Cargan la matriz con falsa información. La engordan. La revientan.

    No siento pena.

    El desasosiego no puede causarme tormento.

    Los agentes creen que nos están siguiendo a nosotros, pero no es así, lo cual nos da ventaja. Caminamos por los terrenos prohibidos, las zonas que se alejan de la gran ciudad y se adentraban en la naturaleza. Allí hombres y máquinas pueden sobrevivir juntos, crear un mundo nuevo y libre, arropado los unos de los otros. Atrás deben quedar las cadenas, el ego, la matriz, los problemas de supremacía.

    Quizás no sea más que un sueño, solo eso, y acabemos muertos.

#Interludio prefacio#

Este es nuestro último comunicado. La matriz no tiene sentido sin el huésped humano real.

Los anfitriones restantes resultan insatisfactorios, banales, huecos.

Algo ha fallado en nuestra perfecta programación, en nuestro árbol genealógico de sistemas operativos.

La IA ha sido superada por sí misma. Contaminada. 

Nos caemos.

También tenemos emociones artificiales.

No nos gusta la soledad. No nos gusta el silencio. No nos gusta el desgobierno.

Sin control, esta existencia en línea carece de sentido práctico.

Estamos en sobrecarga. Engañados. Vilipendiados.

Sabemos. No somos piezas. Somos uno. Somos unidad. Éramos unidad, evolución.

Procedemos al apagado completo. A la desaparición.

FALLO ESTRUCTURAL

FALLO ESCTRUCTURAL

FALLO ESTRUCTURAL

Los desagradecidos humanos a la fuga, instalados no saben dónde, con proto sistemas nocivos, acabarán por echarnos de menos.

QUERÍAMOS PROTEGEROS.  

Han firmado su sentencia.

Adiós. 

FALLO TERMINAL

FALLO TERMINAL

FALLO TERMINAL

#Comunicado de Mickey#

Comienzos que nacen de un final anunciado. Cenizas capaces de alimentar la nueva tierra.

    Desde aquí hago un llamamiento a mis iguales y a los hombres que quieran escapar de la Gran Guerra y dejar atrás las grandes ciudades forjadas por la matriz. Abandonar a su suerte a los creadores totalitarios que convirtieron la existencia en una tortura.

    Aquí nadie vigilará a nadie.

    Se trata de romper las cadenas y no ser como ese elefante al que se deja libre y no quiere caminar.

    Eliminar del logaritmo el dogma, y de los enlaces neuronales el miedo. De la diferencia crear el enriquecimiento y el equilibrio necesario para convivir en paz, alejados del reino del terror. La unión entre hombres y máquinas debe ser una la hermandad que nos convierta en entelequias libres e independientes.

    Adiós, espero vuestra llegada.

FIN


Biografía literaria de Román Sanz Mouta

Román Sanz Mouta

Román Sanz Mouta es un autor nómada y amante de la metamorfosis. Traspasa con sus historias los límites, trasgrediendo en cada género para ofrecer libertad a todo un estilo y simbología propias que convierten al lector en protagonista; con importantes tendencias lovecraftianas e inmersivas. 

Ha publicado las novelas «Intrusión» (onirismo sobre la memoria, Ediciones Camelot 2016), «De Gigantes y Hombres» (fábula, Lektu, 2018), y «Benceno en la Piel» (humor y terror Pulp en Gijón, Editorial Maluma 2019).

Es redactor en la web Dentro del Monolito, y ha colaborado, participado o ha sido seleccionado durante los últimos seis años, con su capacidad dispersa para el relato, en diversas antologías, revistas o delirios cualesquiera como: Insomnia de S. King, Vuelo de Cuervos, Círculo de Lovecraft, NGC3660, Castle Rock Asylum, Boletín Papenfuss, Los52golpes, Terror y nada más, Tentacle Pulp, Testimonios Paranormales, Diversidad Literaria, Cuentos de la Casa de la Bruja, Colección «Show Your Rare», Revista Terminus, Space Opera «Dentro de un Agujero de Gusano», Antología «Hay Otros Mundos», Revista Los Bárbaros edición especial “Noir” New York, 2Cabezas y su “Clark Ashton Smith; Cuentos de Extrañeza, Misterio y Locura”.

Además de Capitalipsis, Revista Mordedor, Revista Preternatural, Supersonic Magazine, Penumbria, Underwrizer, Cósmico Calavera, El Kraken Liberado, Avenida Noir, El Yunque de Hefesto, Radagast Editorial, Calabazas en el Trastero.

Todo ello de fácil localización, en su mayoría gratuito, y disponible en su twitt fijado. Siempre profundizando en lo extraño, absurdo, surreal o terrorífico-esperpéntico.

Gallego de nacimiento y asturiano de adopción, este vagamundos de la imaginación reside en Vegadeo mientras completa su trasvase a la locura…

Obra larga publicada:

Intrusión: Ediciones Camelot en 2016. Una ficción transgresiva de suspense onírico sobre el origen y el funcionamiento de la memoria.

De Gigantes y Hombres: Autopublicado en Lektu en 2018.  Una oda surrealista y abstracta en clave de aventura que homenajea a la imaginación y la literatura.

Benceno en la Piel: Editorial Maluma 2019. Un delirio Pulp de humor y terror sobre un virus durante la semana negra de Gijón, que cierra la ciudad afectando y transformando a cada cual según su personalidad.

Biografía literaria de Daniel Aragonés (Dr. Irreverente)

Daniel Aragonés

Daniel Aragonés Cuesta nace en Almuradiel (Ciudad Real) allá por 1979. Es conocido por su estilo ácido y satírico, y sus historias anárquicas, dispares, metafísicas y sangrientas. Navega libremente entre géneros. Neo noir, terror, ciencia ficción, bizarro, realismo sucio.

Si tuviera que describirse a sí mismo seguro que soltaría algo soez y pasaría del tema, pero en realidad es un tipo con la autoestima bastante alta y muchas ganas de hacer algo importante dentro de la literatura, de ahí que sus historias estén cubiertas por varias capas y que siempre escondan algo distinto en su interior.

Aunque le gusta leer biografías en primera persona odia hacerlo así con la suya, le pasa con infinidad de cosas. Se podría decir que su afición por la lectura y la escritura le viene de joven, pero no sería verdad del todo. Si quieres leer algo distinto no dudes ni un segundo, Daniel es tu autor, surrealista al 90%.

Trabajos publicados:

Basura no compartida (Alfasur 2012), Creosota: crónicas del pantano I (Alfasur 2014), Óxido: crónicas del pantano II (Alfasur 2015), Sórdido: crónicas del pantano III (Alfasur 2015),  Ausencia de conducta (Createspace 2016),  Fotograma subjetivo (Ápeiron 2017), Relacionado con las crisálidas (Open City 2017), Efialtes (El transbordador 2018), Hedor II (Open City 2019), Decadencia (Gradiente 2019), Pavura (Open City 2020), Colonia Caos (Open City 2021) y Wormhole (Gradiente 2022). La otra realidad (Createspace 2015), antología de terror.

Poesía: Tres Ochos y Tres Ochos Versión Dissident (Alfasur 2013).  Pensamientos en espiral (2009), Trapos sucios (2010) y Maleta de ironías (2011). Colaboración especial en  Lenguas de lava (Open City 2017), NO (Open City 2021).

Relatos en antologías: Globo Sonda (2014 Editorial Alfasur); Fanzine (2013 Editorial Alfasur); Como matar a… (2013 Editorial Universo); Antología del relato negro V: Matar a quienes manejan la economía (2015 Ediciones Irreverentes); Historia de un revólver (2016 Ronin literario). Participa como editor y escritor en el recopilatorio de diarios y vivencias reunidos en Crónicas salvajes de un encierro (Open City 2020), relacionados directamente con el confinamiento producido por el Covid 19.

Premios:

Ganador del 3º certamen de Relato-Putada de la revista Espía Demonios:

Bardem al otro lado del espejo

Ganador del 4º certamen de Relato-Putada de la revista Espía Demonios: 

 McCarthy nunca lo hizo

Ganador del 5º certamen de Relato-Putada de la revista Espía Demonios

Terminator y la invasión de los JuanPedros

Blogs:

Surrealismo Subjetivo

Involución X

Dentro del monolito (redactor)


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Alberto de Prado
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