Los demonios del rey Salomón

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Los textos sagrados judíos y cristianos relatan la vida del rey Salomón de Israel, el rey sabio. Pero, Salomón es también protagonista de otras escrituras apócrifas que revelan conocimientos mágicos con los que domó la voluntad de los demonios y los obligó a trabajar en la construcción de su templo.

La decisión salomónica

Seguro que has oído hablar del juicio de Salomón y de la justicia salomónica. La famosa parábola del Antiguo Testamento ensalza la sabiduría del rey Salomón. Sabiduría y justicia de quien ostenta el poder político de forma legítima aludiendo a su origen divino.

La historia es de sobra conocida: dos mujeres en disputa aseguran ser la verdadera madre del mismo niño. Salomón ordena a un verdugo cortar al niño por la mitad con una espada y entregar una parte a cada madre. Una de las mujeres está de acuerdo con la decisión, la otra pide que se entregue el niño a la primera con tal de que siga vivo. Salomón detiene la ejecución antes de que la espada del verdugo toque al niño y se lo entrega a la mujer que capaz de renunciar al niño por verlo a salvo, ya que es evidente que ella es la verdadera madre.

“Cuando todo Israel oyó del juicio que el rey había pronunciado, temieron al rey, porque vieron que la sabiduría de Dios estaba en él para administrar justicia” (1 Reyes 3:28).

Cuadro: El jucio de Salomón, por Luciano Salvador Gómez
El juicio de Salomón, por Luciano Salvador Gómez

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¿Quién era el rey Salomón?

Son pocas las certezas históricas sobre la figura del rey Salomón. Su vida se narra en las sagradas escrituras dentro del Primer Libro de los Reyes y del Segundo Libro de las Crónicas. Salomón, también llamado en hebreo Jedidías (Yedidyah) y Sulayman por los musulmanes, era uno de los hijos del rey David, a quien sucedió en el trono. Nació en Jerusalén y vivió aproximadamente entre 988 y 928 a.C. Está considerado como uno de los padres fundadores del pueblo judío y fue el último de los reyes que gobernó el reino unificado de Israel.

A Salomón se le atribuye la autoría de varios libros contenidos en la Biblia, entre ellos algunos salmos, el Eclesiastes, Proverbios y el Cantar de los Cantares, también atribuido a veces a su padre, David.

Salomón estaba casado con Naamah, la hija de un faraón y madre de su sucesor, Roboam. Pero el hombre tenía un apetito sexual considerable y también mantenía un harén con más de 700 esposas (la mayoría hijas de los gobernantes de otras naciones) y 300 concubinas. ¿Seguro que era tan sabio? Estas mujeres tenían sus propios dioses a los que Salomón comenzó a honrar alejándose de Yahvé. Tras su muerte, igual como castigo divino por haber caído en el pecado, el pueblo judío se dividiría en los reinos de Judá e Israel.

Según la narración bíblica Salomón oró a Dios, no para pedir una larga vida, la derrota de sus enemigos o riquezas, sino pidiendo sabiduría a la hora de gobernar a su pueblo. La biblia hebrea lo presenta como un gran rey que gobernó con sabiduría sobre un amplio territorio. Su reinado fue prospero y de paz, cimentado en el refuerzo de las defensas y una hábil política de alianzas que hizo prosperar el comercio acumulando amplias riquezas.

Escrituras apócrifas sobre Salomón

Fuera de las escrituras bíblicas, hay otros textos apócrifos relacionados con el rey Salomón. Entre los más conocidos está el Libro de la Sabiduría, escrito en griego en el siglo II antes de Cristo. Muestra el conocimiento astronómico de Salomón. Otro de estos textos son las Odas de Salomón, un libro de poemas y salmos religiosos. El evangelio gnóstico del Apocalipsis de Adán (datado entre el siglo I a. C. y el I d. C.) presenta a un Salomón legendario como un mago con cuyos conocimientos esotéricos ¡tenía bajo su control a varios demonios! El último de estos textos apócrifos es el Testamento de Salomón, un fabuloso tratado de demonología que serviría de fuente de inspiración a infinidad de autores de siglos posteriores. Otro libro que debemos mencionar es la Clavícula de Salomón. Se trata de un libro conjuros que guarda los conocimientos mágicos de Salomón para dominar a los demonios.

Cuadro: El rey Salomón, por Pedro Berruguete.
El rey Salomón, por Pedro Berruguete.

Los demonios del rey Salomón

Decíamos que el Testamento de Salomón es un tratado de demonología, quizá el primero de la historia. En él podemos apreciar como los antiguos daimones comienzan a tomar las características de los demonios de la tradición judeocristiana. El texto, atribuido a Salomón, está escrito en griego y, aunque la narrativa pretende ser contemporánea a los hechos y estar escrita de primera mano por el rey Salomón, los expertos aseguran que fue escrito entre los siglos I y 5 d. C. (casi mil años después de su vida).

El testamento cuenta que Salomón está construyendo el templo de Jerusalén (recordemos que el templo es la casa de Dios). El hijo de uno de sus capataces es molestado continuamente por un demonio llamado Ornias que por las noches absorbe su vitalidad por el pulgar de la mano derecha y le roba la mitad del salario. El capataz, dándose cuenta de que algo extraño sucede con su hijo, pide ayuda al Rey Salomón.

El sello de Salomón

El monarca reza en el templo recibiendo la visita del arcángel Miguel que le entrega un anillo mágico (conocido desde entonces como el sello de Salomón) que le permite poner bajo su control a los demonios. El anillo contenía el verdadero nombre de Dios dentro de un hexagrama o estrella de seis puntas (la estrella de David), un símbolo mágico de protección que alude a los opuestos y una sabiduría divina.

Salomón se entrevista con el muchacho que le cuenta sus problemas con el demonio. Entonces Salomón le deja el anillo explicándole cómo debe actuar. Cuando el demonio Ornias vuelve aparecerse, el muchacho le arroja el anillo al pecho marcándolo y pronunciando las palabras que le indicó Salomón. Ornias quedó sometido y cuando el muchacho le dijo que Salomón le reclamaba a su presencia el demonio comenzó a protestar ofreciendo todo el oro del mundo al muchacho a cambio de que no lo llevase ante Salomón y lo liberase.

El comportamiento del demonio es de lo más extraño. No hace todo el mal posible quitando la vida al muchacho y solo le roba la mitad de la paga. Cuando es apresado suplica su liberación y no ser llevado ante el rey Salomón, ofreciendo a cambio todo el oro del mundo al muchacho.

¿Demonios o daimones?

Este comportamiento anómalo cobra más sentido si pensamos que la palabra demonio procede del concepto griego de daimón. Los daimones griegos aludían a seres de esencia divina indeterminada que servían de nexo entre los hombres y los dioses. Su naturaleza y comportamiento, a veces incomprensible, no era necesariamente malvada o negativa, pudiendo ser también portadores de fortuna o protectores para los humanos.

El muchacho niega la libertad a Ornias y le obliga a presentarse ante el rey Salomón. El Testamento de Salomón continua listando a los demonios. El monarca interroga a cada uno de ellos preguntándoles cómo se llaman, cuáles son sus características y cuál es el ángel ante el que se tienen que doblegar. El Testamento es, en definitiva un verdadero tratado de demonología.

Los demonios y el templo de Salomón

Salomón obliga a Ornias a cortar piedra para el templo, pero el demonio no se quiere someter. Salomón entonces comienza a rezar, pero no reza a Dios, sino al padre de Ornias, el arcángel Uriel. El Testamento de Salomón es el primer libro que establece una relación de parentesco entre los ángeles y los demonios o ángeles caídos.

El arcángel Uriel, con una aparición semejante a la de un demonio, se presenta entonces ante Ornias y Salomón. Uriel obliga a Ornias a cortar la piedra, pero, además, Salomón hace algo sorprendente: le entrega el anillo al demonio y le obliga a que marque con él a Beelzebub, príncipe de los demonios. Así, todos los demonios quedan bajo control de Salomón quien los obliga a trabajar en la construcción del templo. Parémonos a pensarlo un instante: ¡Salomón utiliza a los demonios para construir la casa de Dios!

Ángeles y demonios.

Otro dato interesante: los demonios con que se encuentra Salomón proceden de diversas tradiciones como la griega, la egipcia o la judeo-cristiana y tienen un aspecto grotesco. Cuando el rey Salomón convoca al demonio Asmodeo, este se presenta furibundo espetándole que la palabra de Salomón, que es un hijo de hombre, no puede tener peso sobre él ya que es un ángel. Es curioso como los demonios, aún reconociendo su caída, reclaman su derecho a ser siendo considerados ángeles.

Asmodeo recrimina a Salomón diciéndole que su vida mortal será pronto interrumpida, terminando su tiranía sobre los demonios que volverán a tener libertad y a ser considerados como dioses por la humanidad que no sabrán cuales son los ángeles que pueden subyugar a los demonios. Al parecer, crear esa confusión sobre las divinidades entre los hombres es parte de la labor de los demonios.

Cuadro: La reina de Saba ante el rey Salomón, detalle de Salomón en su trono, por  Giovanni Battista Tiepolo
La reina de Saba ante el rey Salomón, detalle de Salomón en su trono, por Giovanni Battista Tiepolo

El final del rey Salomón

Tras averiguar todo lo posible sobre los demonios y  esclavizarlos para la construcción del templo, el Testamento de Salomón concluye describiendo cómo el monarca se enamora de una mujer que se niega a casarse con él. Por ella Salomón decide adorar a sus dioses y realizar sacrificios. Esto enfurece a Yhavé que no permite la adoración a otros dioses y le retira la sabiduría que le había concedido y la capacidad de hablar y controlar a los demonios. Salomón termina el testamento con una advertencia a humanidad para que no cometan los mismos errores que el cometió y no caigan en el pecado.

Literatura demoníaca

Son pocas las referencias a los ángeles caídos o demonios en la literatura canónica del cristianismo y del judaísmo y muchas veces resulta contradictoria. Para ampliar el conocimiento sobre estas figuras míticas es necesario acudir a otras fuentes como El Testamento de Salomón que a pesar de no estar considerado parte de las escrituras sagradas, es una de las bases que la misma Iglesia utiliza para tratar este tema.

Descargar el Testamento de Salomón


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Alberto de Prado
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Esta entrada tiene 4 comentarios

  1. Anónimo

    Con testamento incluido, genial. Gracias por estos post tan interesantes : )

    (5/5)
    1. Alberto de Prado

      ¡Gracias a ti por leernos!

  2. lauraalvarez308

    Muy buen artículo, me gusta leer sobre los apócrifos, estuve ojeando uno acerca de un supuesta adolescencia rebelde de Jesús.
    También me gustó conocer algo más de Uriel, uno de los arcángeles consejeros en el taro.
    Gracias por vuestro trabajo.
    Laura308.
    ¿Nunca se os ha pasado por la cabeza crear una revista física 😅?

    (5/5)
    1. Alberto de Prado

      Gracias a ti por leernos. Lo de la revista es una idea que está en el aire desde hace tiempo, quiza algún día. 😉

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