Dados, lápiz, goma de borrar, hoja de papel, un libro y grandes dosis de imaginación. No hace falta más para disfrutar de los librojuegos, un genero en el que confluyen la literatura y los juegos de rol.

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Parecía que los librojuegos eran cosa del pasado, un simple recuerdo nostálgico de nuestra infancia para quienes ya peinamos canas y vivimos (y disfrutamos) su auge en los 80 y principios de los 90.
Atrás quedan colecciones ya clásicas como Elige tu propia aventura, Fighting-Fantasy (Lucha-Ficción en España) o las más elaboradas y preferidas por mi: Sorcery (Brujos y Guerreros), Lobo Solitario, La Saga del Cruzado, “Aventuras en la Tierra Media” (basados en la obra de Tolkien) o Dungeons & Dragons.
Sin embargo, el interés sobre la ficción interactiva ha permanecido vivo hasta hoy. Desde principios de siglo se han ido reeditando los títulos clásicos.
Las plataformas digitales, que parecian su verdugo, insuflaron nueva vida al genero aportando diferentes perspectivas y abordando nuevas temáticas. Un ejemplo sería la serie DestinyQuest» del británico Michael J. Ward.

En la actualidad están apareciendo colecciones muy interesantes: en febrero de 2020 salió la segunda serie de “Choose Cthulhu”, basada en la obra de H.P. Lovecraft, tras el exito de la primera en 2018. Destacar también Tierras de Úrowen, el Universo creado por David Velasco para la trilogía ‘Los Manuscritos de Neithel’.
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