La Japan Weekend se ha celebrado en IFEMA, Madrid, el 11 y 12 de febrero: esta es la crónica de Stella Muñoz Rico.
Recientemente he viajado a Madrid para asistir a la Japan Weekend.
Siempre me había llamado la atención el mundo del manga y de la cultura japonesa en general, pero ha sido mi hijo (ya adolescente) el que me ha metido de lleno en él.
Algunos pensaréis que estas convenciones son solo un puñado de “frikis” disfrazados y dando vueltas sin ton ni son… pues dejadme que os diga de lo que yo pienso que se trata.

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Un gran ambiente
Para empezar, y después de haber asistido a unas cuantas, os diré que el ambiente que hay es la ostia. Sí, sí, la puta ostia diría yo. Será porque todos van del mismo rollo, porque no hay rivalidad, ni malas miradas (de esas que miden con desprecio), o porque cada uno va a su puta bola; pero da gusto estar con miles de personas y que reine ese buen ambiente en todo momento. Es el apogeo real y positivo de lo que yo entiendo por “vivir en sociedad”, la sofisticación última de la civilización (que no encontrareis en un partido de cualquier deporte de masas).
Estas ferias, reuniones o fiestas (que todo eso son), cada vez son más grandes y atraen a más gente. Hay música en directo, concursos de disfraces, de baile, de dibujo… mil cosas. Te das cuenta de la cantidad de gente emprendedora con pequeños negocios que trata de abrirse camino con lo que les gusta, y eso también mola: artesanos, escritores, diseñadores, traductores…
La gente que confecciona sus disfraces (cosplay) se lo curra muchísimo, y lo mejor es cuando ves cómo interactúan los que van del mismo manga o anime y se saludan y flipan en su puto mundo.

Manga para todos
Hablando del manga: hay de todo lo que podáis imaginar, todos los géneros y para todas las edades. Los libros son pequeñas obras de arte, con dibujos tan realistas a veces que hacen que se te revuelvan las tripas o que llores a moco tendido como un bebé, os lo aseguro.
Hora de la comida
Tampoco queda atrás la comida, stands con toda clase de locuras japonesas que puedes probar, chetos empanados, oreos de uvas, galletas de pescado o el famoso ramen, que venden a mansalva por todos los rincones junto a bebidas energéticas de sabores que nadie podría ni imaginar.
El merchandising
También están, por supuesto, los puestos de merchandising donde puedes comprar de todo, desde una camiseta hasta un auténtico kimono japonés, pasando por fundas de almohada de tus personajes favoritos o una katana para decorar tu habitación, o para lo que quieras, querido luchador sénior.

Para terminar os diré que seguro que hay más cosas que se me escapan (es inevitable con solo dos días), y que además cada uno lo vivirá a su manera. A mí me parece que todo lo que sea consumir lectura, música de verdad, dibujos, arte, gastronomía, etc… ¡pues está de puta madre! Así que os animo a ir a algún evento de este tipo, nunca es tarde para encontrar nuevas pasiones; y si esas pasiones las compartes con tus hijos, valen el doble.
Saludos de una marmalade woman.
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Oh! Qué emoción!
Ya me estoy pensando en ir a la siguiente con vosotros....avísame marmalade woman!!!!
La próxima me apunto!!! Un beso marmalade woman
Yo pensaba que eso era cosa de asquerosos frikis, pero ahora veo que no. No perderé la oportunidad de acudir a uno de esos eventos en el futuro.
Yo también estuve y me lo pasé en grande, volveré
La saga Muñoz Rico no para
En el hotel deberían poner una bañera de ramen. Muy bien escrito, ahora soy seguidor de toda la saga Muñoz.
Graciasssss 😍😍😍