Relato de Fernando Gómez.

El siguiente relato de fantasía urbana está relacionado con el relato titulado “Crisalida” de la Bruja del Sur. Ambos textos parten de los mismos conceptos clave.

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“¿Me pueden decir de una vez a dónde narices me llevan?” -preguntó el doctor Linnek cansado de tanto secreto.

La respuesta fue la misma que las anteriores veces: Ninguna. Liberó un suspiro de frustración antes de recostarse en el borde del camión. Luz, luz, luz… Contaba las bombillas clavadas de cualquier manera en el techo, iluminando el túnel de varios metros de ancho.

¿Para qué demonios quieren a un entomólogo como yo en este agujero?

-Ñii-

“¡Joder!” -gritó enfadado sujetándose con fuerza a las barras del camión, aguantando la sacudida de la inesperada frenada.- “¡¿Ahora que coño pasa?!”

Miró en todas direcciones para ver como los militares se ponían la mano en la frente a modo
de saludo. Cuando encontró al superior, se había subido de un salto al camión sin llegar a bajar la compuerta.

“¿Doctor Linnek?” -consultó la militar acomodándose en el asiento que le habían dejado libre sus soldados.

“Correcto.” -afirmó el doctor estrechando la mano morena de la superiora.

“Capitana Hansen. Lamento haberle sacado de su investigación, pero esto es una urgencia.” -dijo dando un par de golpes en la placa metálica para dar la orden de arranque.

“¿Qué narices hago yo aquí?” -preguntó sin tapujos, intentando desvelar algo.

“Verás, hará alrededor de una semana, un grupo de excavación se estaba encargando de ampliar los túneles del metro,” -Cerró la boca y apretó los dientes para resistir un bache.- “pero de pronto se encontraron un túnel abandonado.” -Desvió la mirada hacia las paredes curvas y lisas.

“¿Esto ya estab-“
Cerró la boca justo antes de que otro bache le hiciera morderse la lengua.

“Correcto. Y encima no aparece en ningún registro o algo parecido. Ha aparecido de la
nada.”

Ambos guardaron unos segundos de reflexión, estudiando la pared tan pulida que ni la mejor tuneladora lo habría conseguido. Un trabajo demasiado perfecto para que sea natural.

“¿Quién lo ha hecho?” -preguntó Linnek notando algo extraño en la piedra excavada. ¿Por qué, si es tan lisa, cada cierto periodo hay un bache?

“No es quién, doctor, sino qué.” -respondió la capitana con una pequeña sonrisa.- “Y esa es la razón por la que está aquí.

El doctor iba a responder algo pero justo llegaron al final del túnel. Las palabras s escaparon al ver el posible causante de ese túnel de varios metros de diámetro. Lo mismo que acababa de crear un hueco de cientos de metros de profundidad iluminado por miles de bombillas, y ahora mismo estaba siendo apuntado por una docena de focos en todas direcciones.

“Por el Gran Tryflin.” -maldijo Linnek poniéndose en pie sobre el vehículo para asomarse por encima de las barras.

“Ese es el motivo por el que está aquí, doctor.” -indicó Hansen colocándose a su lado.- “Y
corrígeme si me equivoco, pero eso es una…”

Para el doctor no había duda. La forma ovoidea, la superficie repleta de hilos entrelazados, y los grandes tubos con los que se unía a la pared epara permanecer sujeto en el aire. Si no fuera del tamaño del Empire State, eso se trata de una…

“Crisálida.

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