Javier del Canto Sahagún nos presenta su libro Almas Mecánicas, un tecnothriller con alma de novela negra que se desarrolla en un oscuro escenario distópico.
Acompáñanos para conocer mejor al creador de esta ambiciosa historia cyberpunk que ha sido comparada con Blade Runner.
Sinopsis de Almas Mecánicas
En un mundo surgido de la mentira donde la suerte de los inocentes está en manos de unos pocos y la vida se difumina como el Grumo que envuelve a Gaia, Marcus Sykes, el mejor intruso del Nexo, deberá luchar por demostrar su inocencia. Quizá si no fuera Rohan huiría. Ni siquiera habría acudido a ese encuentro. Pero las viejas amistades forjan fuertes lealtades que no se pueden eludir, que acercan a verdades que nadie querría descubrir, verdades terribles que permanecen ocultas y que le harán cruzar líneas que descartan cualquier opción de huida.
Ellos creían tener el poder absoluto, pero hay personas que es mejor dejar tranquilas.

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Entrevista a Javier del Canto
Bienvenido, Javier. Es un verdadero placer tenerte con nosotros y te agradezco este tiempo que nos dedicas.
Empecemos por el principio: ¿quién es Javier del Canto Sahagún?
Muchísimas gracias a vosotros. Para mí es un auténtico placer.
Pues soy un leonés en los cuarenta que se sigue creyendo que tiene veinte, al que los achaques y las resacas le recuerdan que hasta Peter Pan envejeció y se acabó convirtiendo en Robin Williams. Pero lo que no envejece, sino todo lo contrario, es mi curiosidad, mis ansias de descubrir algo nuevo o profundizar en lo ya conocido. Cada día me interesan más cosas. Soy como un niño que recién empieza a conocer el mundo.
¿Qué te ha llevado a la escritura?
Mi pasión por la literatura. Supongo que como a todos, o al menos a la mayoría, la lectura ha sido el catalizador. Una idea latente que tarde o temprano tenía que sustanciarse. Almas mecánicas no es mi primer intento de escribir una novela. A los dieciocho años fue el primer intento y después vinieron unos cuantos más, pero no tenía ni la voluntad ni la capacidad de sacrificio suficiente para terminarlas. Supongo que habré madurado. Lo cierto es que desde que tenía unos dieciséis años siempre supe que iba a escribir una novela. Ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero al final se puede decir que ese chaval estaba en lo cierto.
Aquí hemos venido a hablar de tu libro, Almas Mecánicas, pero antes de meternos en harina cuéntanos, ¿quiénes son tus autores favoritos? ¿qué escritores y obras dirías que te han influido más?
Los libros que leí durante mi niñez y mi adolescencia son los libros que me dejaron cicatriz. Esto no quiere decir que los libros que leo ahora no me dejen poso, pero ya no siento esos golpes que me desarmaban, que me hacían sentir alguien especial, alguien que estaba descubriendo algo que nadie más había descubierto (pobre iluso). Son los libros que leí desde los diez u once años hasta los veinte o así. Aquí, por supuesto, el arco es inmenso, un viaje por distintas etapas de la literatura. Son los libros que me educaron y moldearon mi mirada del mundo.
Me cuesta mucho acotar la lista de los escritores que me han marcado y que me siguen marcando, aunque quizá sí que hay algunos que destacan sobre los demás: Dickens, Verne, Scott, Stevenson, Gabriel García Márquez, John Connolly, Edgar Allan Poe, Borges, Kafka, Philip Roth, Lovecraft, Delillo, McCarthy, Kipling, Bradbury, Umberto Eco, Chandler, Victor Hugo, Galdós, Flaubert, Balzac, Faulkner, Stephen King, Hesse, Chuck Palahniuk, Auster, Santiago Lorenzo, Stanislaw Lem, Mellvile, Houllebecq, Marsé, Kiko Amat, Herbert, Ellroy, Dumas, Doyle, Hammet, Chirbes, Rulfo, Hemingway, Baroja, Greene, Elmore Leonard, Carver, Forsyth, Clive Barker, Tolkien, Javier Marías, Muñoz Molina, Thompson, Nabokov, Bret Easton Ellis, William Gibson, Zweig, Kerouak, Burroughs, Bukowski… son demasiados para ponerlos todos. En esta lista son todos los que están, pero no están todos los que son.
Hay otros escritores que me marcaron en su día, pero que no han envejecido bien. O quizá sea yo el que no ha envejecido bien. Sea como fuere, ya no estarían en esta lista. Por poner un ejemplo, recientemente me ha pasado con El ocho, de Katherine Neville. Recuerdo cuando leí ese libro. Tendría quince o dieciséis años y aluciné. No me podía creer el viaje por el que me guiaba la autora. Hace un tiempo quise releerlo después de tantos años, y de nuevo no me lo podía creer, pero por lo contrario. Me pareció un libro realmente malo. Lo dejé por la mitad. Me dio mucha pena, la verdad, porque esa novela la tenía en un pedestal.
¿Cuáles son los temas en las que te sientes más cómodo escribiendo?
Estoy al inicio de mi viaje, así que tampoco tengo una opinión formada al respecto. Me sentí muy cómodo escribiendo Almas mecánicas y me estoy sintiendo muy cómodo escribiendo la novela con la que estoy ahora, que es una novela de una temática y un género completamente distintos.
¿Qué pueden encontrar tus lectores en Almas Mecánicas?
Es un thriller futurista que no da tregua. Un viaje hacia delante sin estaciones de descanso. Una novela cyberpunk que bebe de las novelas de Dick, de Herbert, de Gibson, de Asimov. Al final es la historia más vieja jamás contada, la eterna lucha entre el bien y el mal, aunque no siempre el bien y el mal están bien definidos.
Almas Mecánicas es un thriller ambientado en un futuro distópico. ¿Qué lo distingue de otros libros de temática similar? ¿Qué le hace especial?
Me encantaría decir que he cambiado las reglas del juego, pero solo tienes que leer un poco para darte cuenta de que las reglas llevan en el juego demasiado tiempo. Leer cualquier clásico es una cura de humildad terrible. Crees que tienes una idea única hasta que lees a Kafka, a Melville o a Cervantes. Crees que tienes pensamientos únicos hasta que lees a Montaigne, a Shakespeare, o a Platón, o que el mundo ha cambiado mucho hasta que lees a Stendhal, a Quevedo, a Plutarco o a Victor Hugo. Cambian las modas, pero el mundo es básicamente el mismo.
Pero sí que creo que es una novela muy divertida, que el lector no tendrá tiempo para aburrirse. Luego, por supuesto, está el universo inventado. He creado un mundo completo con su historiografía, sus mitologías, planetas, tecnologías. Aunque la mayor parte de la historia se desarrolla en nuestro planeta –en la novela rebautizado como Gaia, ya que no encontraba mucho sentido continuar llamando Tierra a un planeta cuando hay otros muchos planetas terráqueos habitables (y habitados)– el lector viajará a otros muchos planetas con sus características e idiosincrasias particulares.
¿Fue sencillo armar las diferentes partes de la historia?
Bueno, lo cierto es que Almas mecánicas es una novela completamente improvisada, así que se fue armando a medida que avanzaba. Lo más complicado de escribir así es que recorres caminos que no te llevan a ningún lugar interesante, ni para mí como escritor ni por supuesto para el lector. Al final tocaba desandar ese camino, y esa tarea a veces podía ser frustrante, aunque otras veces era enriquecedora y ayudó a formar la personalidad de los personajes, ya que les hice hacer cosas que no sabía que eran capaces de hacer.
También es cierto que llegado a un punto en el que la novela estaba muy desarrollada y tenía claro el final del camino, pasé muchas horas ordenando ideas y añadiendo o modificando capítulos para concluir la novela con consistencia y sin dejar cabos sueltos.

En el libro hablas de robótica, inteligencias artificiales, implantes cerebrales… ¿Crees que el bienestar de la humanidad está ligado al progreso tecnológico o es solo un espejismo inalcanzable para la mayoría?
El bienestar siempre ha estado ligado al progreso tecnológico. Un mundo sin ruedas sería un mundo muy distinto. O sin penicilina o sin motores o sin electricidad. Y como siempre, unos se benefician más que otros, aunque al final todos salimos ganando. Sí que es verdad que creo que los avances biotecnológicos traerán repercusiones sociales, una diferenciación entre superhombres que puedan permitirse pagar por las mejoras y los hombres «normales», que se convertirán inevitablemente en seres inferiores. Por primera vez se podrá hablar de razas distintas.
En la novela trato este tema con tecnologías como las reprogramaciones celulares. La gente más humilde se inyecta reprogramaciones de baja calidad que les provocan mutaciones, aunque siguen con su vida. Si nos paramos a pensarlo, es igual que el mundo actual. Hemos tenido la suerte de nacer en el hemisferio «bueno», con un acceso a la tecnología que nos facilita mucho la vida y que no tienen en otras partes del mundo. Y no me estoy refiriendo solo a avances tecnológicos como la informática, internet, etcétera. Me refiero a medicinas, a comida, que también está directamente relacionada con los avances tecnológicos. Hay muchos habitantes de este mundo que viven auténticas distopías.
Tu libro está teniendo una gran acogida. ¿Qué es lo que más te ha sorprendido de las opiniones de los lectores?
Encontrar a gente que no me sigue en redes sociales, que no me etiqueta, pero que ha leído mi novela y la comenta, comparándome con otros escritores consolidados, valorando mi novela muy positivamente. Es una cosa muy extraña y muy gratificante.
Almas Mecánicas es una obra auto editada. ¿Ha sido una ventaja que te ha permitido controlar los diferentes aspectos del proceso creativo?
Pues no puedo hacer una comparación. Desde luego que he tenido el control absoluto sobre la novela, pero no sé el poder que perdería si hubiera publicado con una editorial. Supongo que bastante, aunque se compensaría por otro lado, digo yo.
¿Cómo ves la situación atual del mercado editorial?
Creo que las editoriales tendrán que adaptarse a los nuevos tiempos. De momento siguen teniendo el poder, pero no les va a durar mucho. Al menos como está concebido hasta ahora. En el momento en que los escritores con una trayectoria ya consolidada comiencen a autopublicar –externalizando tareas como la corrección, maquetación, etc.– y de esta forma aumentar sus beneficios, todo implosionará y a las editoriales no les quedará otra que evolucionar o morir en la obstinación.
También es cierto que la autopublicación no tiene filtros, y eso hace que haya obras de una calidad literaria mediocre que dificulta la tarea al resto escritores autopublicados. Un lector que lea alguna de estas novelas no se aventurará de nuevo con una novela autopublicada. Esto sin tener en cuenta las novelas llenas de faltas de ortografía. Algún fallo es inevitable, pero si cada dos líneas encuentras algo, es ilegible. Aunque es verdad que las editoriales también publican auténticas porquerías. Libros de influencers, o maridos de influencers o famosetes de medio pelo que redactan peor que niños de siete años, pero que venden muchísimo.
Puede parecer triste, pero realmente es esperanzador. Me encanta que la gente triunfe, porque de alguna forma nos muestra que las puertas se pueden abrir de una forma u otra. Aunque luego la mayoría nunca consiga abrirlas, sí que te da un motivo para continuar. De hecho, es la vida misma. Luchamos por cosas que jamás conseguiremos, pero la esperanza de lograrlo nos mantiene en la pelea. Y oye, recorrer ese camino suele ser algo bonito que además nos lleva a lugares que nunca imaginamos.
Ahora llega la pregunta más importante de la entrevista ¿Cómo podemos hacernos con un ejemplar del libro?
Se puede comprar en Amazon, tanto en papel como en digital. También lo puedes leer a través de Kindle Unlimited si estás suscrito. En el caso de que no pudieras pedirlo por Amazon (por lo que sea), pues poniéndote en contacto conmigo y yo mismo me encargo de hacerte llegar el libro.
Y si vives en Cambrils, lo puedes encontrar en la librería La Galatea.
Cuéntanos un poco más de ti ¿alguna afición reseñable?
Tengo tres pasiones desde niño: el cine, la música y la literatura. Es una maravilla, porque son muy portables. Allá donde he ido, me han acompañado. Facilitan las etapas de cambio.
Me encanta estar con mi familia, con mis amigos, el deporte, salir a tomar cervezas (se nota que me hago viejo. Hace no tanto te habría dicho salir de fiesta), la tecnología. Adoro aprender cosas nuevas. Aquí los libros juegan un papel vital, aunque, por supuesto, es una suerte contar con una herramienta como internet. Me gustan demasiadas cosas, por suerte.
Si pudieras viajar en el tiempo y en el espació ¿dónde te gustaría estar?
A tantos lugares y a tantas épocas. Viajaría al inicio de las cosas: la creación del universo (aquí entramos en una paradoja, pero bueno), de nuestra galaxia, de la Tierra. Como surgió la vida. Ver dinosaurios, ¡megalodones! Ver el nacimiento de las primeras civilizaciones. Recorrerlas en su apogeo. Intentaría encontrar la raíz de nuestras mitologías, de nuestros dioses. Viajaría para ser testigo de todos los eventos importantes. Viviría temporadas en las grandes ciudades de cada época. Un turista en Babilonia, en Roma, de paseo con Aristóteles, charlando con Confucio, conocer a Avicena o a Homero, la Austria de Mozart, o de Zweig, la Florencia de Leonardo da Vinci, acudir a las clases de Hegel, ver a Aníbal cruzar los Alpes con elefantes, tomar un vino peleón en una cantina con Cervantes y con Quevedo, esperar a Colón en América (¿Qué pasa, Cristobal? ¿Qué tal el viaje? Verás, siéntate en esa roca. Te vas a reír). También buscaría civilizaciones extraterrestres. E iría al futuro, por supuesto, observando la evolución, hasta el final de los días. Volvería rápido de este último viaje, claro, tiene que ser terrorífico.
¿Cuál es la película o serie que no te cansas de recomendar a todo el mundo?
Bueno, no es que recomiende mucho, pero siempre tengo en mente Los Soprano, The wire y Breaking Bad. No me quiero alargar, porque se me vienen muchas a la cabeza
En cuánto al cine, cualquiera de Scorsese, de Tarantino, de los Coen, de Fincher, de Wilder, de Ford, la época de juventud de Coppola, Spielberg, Berlanga. De nuevo, no quiero extenderme. Al final son todos lugares comunes en los que coincidimos la mayoría de los amantes del cine.
Pero por salirme de convencionalismos, voy a recomendar Colgados en Filadelfia. Es una comedia no apta para gente sensible. Cinco elementos que todo lo malo que les pase es poco. Yo me he llegado a caer del sofá de la risa. Danny De Vitto se sale en esta serie.
Volviendo a la escritura, háblanos de tu futuro inmediato. ¿Tienes algún proyecto nuevo en marcha?
Sí, estoy escribiendo una novela nueva. Llevaré unas cien páginas o así, aunque queda mucho todavía. Me gustaría tenerla para finales de este año, pero me temo que no estará hasta el próximo. Es una novela actual. Me refiero a que no es futurista. Y no puedo/quiero contar nada más.
Ya para acabar, ¿cuáles son tus vías de contacto?
A través de las redes sociales: Facebook, Twiter, Instagram o Goodreads. Me pueden encontrar por mi nombre. También a través del correo que se puede encontrar en mis perfiles o en la propia novela. Si alguien quiere decirme algo, que no dude en escribirme. Me encanta mantener conversaciones con mis lectores.
Muchísimas gracias. ¡Un abrazote!
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