Hoy entrevistamos a Francisco Santos Muñoz Rico, con motivo de la publicación de su poemario Vector Oculto. Para que os hagáis una idea, o composición de lugar, como gusta decir a algunos, estamos en su biblioteca, lo que yo llamaría un tugurio con clase: cientos de libros nos rodean, desde el suelo hasta el techo, pero hay más: motosierras, aperos de labranza, sacos y espuertas con utillaje de todo tipo, una caja de herramientas despanzurrada, cajas y más cajas, muebles desmantelados, palés, una mesa improvisada con un par de tablas y una estructura encontrada junto a un contenedor (en la mesa rimeros de libros en equilibrio precario, bolsilibros muchos de ellos), viejos altavoces, montañas de papeles, espadas y cuchillos, en un rincón una oxidada mesa de trabajo con un tornillo, bicicletas arrumbadas… seis gatos danzan a sus anchas entre nuestros pies. Estamos sentados en un cómodo sofá, bajo una luz cutre. El anfitrión ha servido dos vasos de Cardhu de doce años.

ENTREVISTADOR: Buenas noches, Fran, antes de preguntar sobre el libro quisiera que explicaras por qué aceptaste esta entrevista con la condición de realizarla a media noche y no a ninguna otra hora.
FRAN: Esta es la hora. De mañana te hubiera mentido descaradamente, imagínanos bebiendo café con leche como dos viejas solteronas en un pomposo garito… De tarde me hubieras pillado con la euforia por bandera y te la hubiera clavado el doble, imagínanos en un cochambroso antro heavymetalero a las siete de la tarde ya pasados de rosca… Solo (permíteme que parafrasee a Nietzsche) “la profunda media noche nos permitirá despertar del profundo sueño”. Además de que, ya que estamos con las referencias a grandes poetas, como dejó escrito Baudelaire “la Tumba siempre comprende al Poeta”; coincidirás en que mis dominios remiten a una tumba olvidada desde hace eones…
E.: Coincido. Pues vamos a por el libro: los que te leemos sabemos que publicas un poema a la semana desde hace cosa de un año –aunque ahora andas en barbecho parece- en el blog de Yolanda Martín (un saludo desde aquí siempre a Yolanda), que precisamente se llama Vector Renacimiento. ¿Tiene, pues, algo que ver el poemario con tu sección en el blog, De rincones y esquinas?
F.: Lo tiene todo que ver, verás, la mitad del poemario es una recopilación de poemas publicados en Vector Renacimiento, y la otra mitad, propiamente titulada Vector Oculto, se compone de poemas inéditos pero que bien pudiesen haber salido allí, aunque algunos son algo extensos para el formato al que estamos acostumbrados en el blog. En fin, también te diré que Yolanda, amablemente, ha escrito el prólogo.
E.: Bien. A menudo se te echa en cara casi tu proverbial capacidad de trabajo: has publicado cinco novelas, cuatro novelettes y tres poemarios (uno de ellos junto a Daniel Aragonés y Juan Cabezuelo), además de que un montón de cuentos tuyos andan por allí y por acá repartidos en webs, blogs, libros, etc., por no hablar de los artículos o los poemas que publicas en redes sociales… ¿No temes que esta cantidad ingente de literatura, sea o no de calidad, desborde al que quiera acercarse a tu trabajo y vaya precisamente en contra de tus, digamos, intereses?
F.: Ya me han hecho esta pregunta antes y te diré que me la suda por completo. Publico porque puedo, me da igual vender un libro que cien, o que esta entrevista la lean solo mi mujer, mi madre y mi hermano; yo gano dinero partiéndome el lomo en un trabajo normal y corriente de perdulario paria, lo de ser escritor es solo una broma, digamos, un hobby –le dirán algunos. O una necesidad vital: ya escribía mucho antes de publicar. Para citar a Garcilaso, que queda muy bien pecar de pedante: por hábito del alma misma escribo. Y para citar al Robe, que queda también bien ir de underground: lo he cantado porque me ha salido de los cojones.
E.: ¿Qué ha sido eso?
(Se ha escuchado un ruido extraño, como si arrastraran algo pesado, y los gatos se han espantado.)
F.: Nada, tú no mires a los rincones y sigue a lo tuyo.
E.: Vale… Hay hoy en día libros para aburrir, se publican miles cada año, y aunque la poesía suele quejarse de que se vende poco, libros de poesía también los hay para parar un tren, de hecho casi se puede rastrear uno distinto cada día en alguna parte. Dinos, ¿por qué comprar el tuyo? En vez de por ejemplo el último de Ida Vitale.
F.: Por el poema titulado “Franz Kafka y Oscar Wilde van al parque”, ya por ese hermoso y melancólico poema merece la pena haber gastado los diez eurillos que cuesta en Amazon.
E.: ¿Por un solo poema, dices? Tienes tu poesía en alta estima, entonces.
F.: En general, sí. Si no me gustara no la publicaría, de hecho hay cientos de poemas, miles en realidad, que no publico, los tiro, los pierdo, los lavo en los bolsillos de los pantalones… otros se los escribo solo a mi mujer y solo ella los lee. Pero los que publico pasan una criba, por supuesto.
(Otro ruido, esta vez como un gruñido, suena en la habitación, y este entrevistador apura el Cardhu y evita mirar al rincón…)
E.: Te han llamado de todo, y todo mola: el poeta del hacha, el último paria de las letras, el Phil Anselmo de la literatura, el cantor de la desesperación del alma… además atesoras el título “worstseller”, que si no es monetariamente reconfortante sí que puede resultar enjundioso: no siempre lo bueno triunfa.
F.: En absoluto, es obvio que no siempre lo bueno triunfa. Claro que Stephen King es el mejor y vende como churros, pero hay autores mediocres montados en el euro, o en el dólar… el dinero, la fama, las ventas, no son nada: la obra habla por sí sola, y no importa a cuánta gente le hable en absoluto, importa que a esos muchos o pocos les toque el corazón, o el alma, o las entrañas. Y felizmente mi poesía hace eso: toca lo profundo, lo digo yo y me lo dicen mis lectores, mis sagrados y proverbiales cuatro gatos.
E.: En Vector Oculto hay, digamos, una sorpresa. No puedo decir más para no chafársela a ningún lector… Y, francamente, no he visto eso nunca antes en ningún libro: se habla mucho de “ser original”, casi diría que serlo es un requisito a cumplimentar para vender a cualquier autor: todos son originales, ¿no te parece? Todos “rompen los moldes” o cualquier otra expresión por el estilo. ¿Eres tú original? ¿Qué piensas de esto? ¿Me pones otro Cardhu?
F.: A tu última pregunta te contestaré con hechos. De la segunda, qué pienso de esto, te diré que toca un poco los huevos leer eso de todo escritor: que es original, que es rompedor, que desafía las reglas del juego… desvirtúan las palabras y luego a uno… pues casi le avergüenza que le digan que ha sido original en esto o aquello, claro. Yo, por establecer una diferencia con esta moda y este prurito de la originalidad, uso la palabra “nuevo”. Intento escribir siempre algo nuevo, algo que no haya sido ya escrito, no necesariamente original, pero sí siempre, siempre, nuevo: si no escribiera algo nuevo la literatura estaría muerta y yo sería un muerto, o peor, un pasmarote. Es por esto que me aburren muchos libros desde la primera página, porque no son nada nuevo, y nuestra misión como escritores, a pesar de Salomón, es escribir cosas nuevas, no repetidas: nadie quiere los cromos repetidos, ¿no? pues lo mismo.
VOZ QUE SURGE DE NINGUNA PARTE: ¿Cuándo me alimentarás, padre?
E.: ¿Qué cojones ha sido eso?
(El entrevistador vuelve a apurar su vaso.)
F.: Nada, nada… ¡Calla, hijo!
E.: No vamos a extendernos mucho más. Háblanos de tu obsesiva relación por el soneto, o por los endecasílabos.
F.: Puede que me venga de esos tres manes, manes míos que siempre ando mentando: Unamuno, Borges y Garcilaso. Los dioses hablan endecasílabos, eso lo intuye cualquiera al leerlos, al leer endecasílabos, digo.
E.: Poco rimada pero bien medida, tu respuesta a dudas no deja lugar.
(En este momento la transcripción de la entrevista cesa como cesa la grabación magnetofónica tras un sonido indescifrable que acopla el micrófono.)
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Yo tengo otra pregunta, para cuándo la novela de fantasía de la que hablaste??
Rashan, tío, eso está como la última vez que lo hablamos, necesito tiempo. Si tuviera una semana libre la dejaría lista para publicarla, pero ya sabes que solo los señores y señoritos disponen de tanto tiempo junto libre.
Un abrazo, hermano
Al final llamamos a los cazafantasmas Fran.
Genial la entrevista y muy cordial y educado el entrevistador.
Pobre entrevistador.
Gracias por leer, cariño
Hasta que no sepa qué ser habita en tu biblioteca no podré dormir. Para cuando una secuela de Frank Malone? Sin duda de mis favoritos, no dejes de escribir y alimenta a tu hijo!
Siempre será posible que Frank vuelva a las andadas, y en cuanto a mis hijos, no te preocupes, están bien alimentados, jejeje
Eres genial! Muy buena entrevista!
Muchas gracias, Estela!!!