De la serie Stranger Things a los comics Marvel, son diversas las obras de ficción que hacen referencia a una sociedad secreta conocida como el Club del Fuego Infernal (Hellfire Club).
Esta referencia tiene una base en la existencia real de un club elitista del siglo XVIII. Para unos era un club de libertinos dedicado al culto al sexo y los placeres hedonistas, para otros era un grupo de personajes poderosos implicados en rituales secretos de magia negra y satanismo.

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El Hellfire Club de Stranger Things
Si sois seguidores de la serie televisiva Stranger Things os sonará el nombre del Club del Fuego Infernal (Hellfire Club). En la serie es un club oficial de D&D perteneciente a la Escuela Secundaria Hawkins y que funciona casi en la clandestinidad para evitar el sensacionalismo de los medios sobre una supuesta adoración satánica entre los adolescentes.
Sus miembros son excluidos y marginados que reciben protección a cambio de lealtad al club. El lugar de reuniones del Hellfire Club es un teatro, un lugar que estimula la imaginación y ralza las sensaciones experimentadas durante las reuniones del club.

El Club del Fuego Infernal en los comics
O puede que tal vez relaciones el Club del Fuego Infernal con un grupo de supervillanos mutantes que en los comics Marvel se enfrentan a los X-MEN. Este grupo fue creado por el escritor Chris Claremont y el genial artista John Byrne.
En los comics el Hellfire Club está dirigido por un Círculo Secreto compuesto por adinerados mutantes, miembros de la alta sociedad, que utilizan su poder para influir sobre la política y la economía del mundo buscando la dominación global. El nombre de sus miembros y su status está basado en las figuras del ajedrez y todos visten como personajes del Siglo XVIII.
El club muestra dos caras: una pública que hace creer que el club es una reunión de las élites económicas, políticas y sociales (son famosas sus galas anuales en los salones de algunas de sus sedes repartidas por todo el mundo), y otra más siniestra con los miembros del Círculo Interior en busca la dominación mundial.
El Hellfire Club real
Pero existe otro Club del Fuego Infernal, uno real que hunde sus raíces en el siglo XVIII, un club elitista fundado en Inglaterra por el Duque Phillip Wharton y continuado por sir Francis Daswood hasta el momento de su suspensión por ”blasfemia y profanación”.

Philip Wharton el fundador del club
Philip Wharton (Oxford 1698 – Monasterio de Poblet 1731) fue una figura controvertida. Por su posición, ocupaba un escaño en la Cámara de los Lores, tenía fama de ser elegante, además de ser buen orador y escritor. Pero el escándalo lo acompañaría toda su corta vida, entre otras cosas por su afición al juego (llegó a perder importantes sumas de dinero), el alcohol, las mujeres y por las acusaciones de ser un adorador del diablo.
Su apoyo a la causa jacobina lo obligó a exiliarse, primero en Roma y después en España. En Madrid fundó la French Arms, la primera logia masónica fuera de Inglaterra. Según algunas fuentes también luchó contra los ingleses en el sitio de Gibraltar. Su oposición al rey Jorge II motivo que fuera declarado proscrito, en consecuencia, sus propiedades fueron confiscadas y fue desposeído de todos sus títulos.
Philip Wharton, fue uno de los lideres más destacados de la masonería, además de la logia española, fue Gran Maestre de la Primera Gran Logia de Inglaterra y después Gran Maestre de la Francmasonería de Francia.
El primer Hellfire Club
En 1718, durante su etapa política en Inglaterra, fundó el elitista Hellfire Club como un lugar de encuentro para los miembros de la alta sociedad donde se realizaban actividades de carácter libertino, entregados al lujo y los placeres al margen de los corsés de la férrea moral de la época. En el club de Wharton, al contrario que otros clubs de la época, eran admitidos por igual hombres y mujeres.
Las reuniones se celebraban los domingos en diferentes lugares de Londres, desde tabernas públicas a las casas de algunos los miembros del club. En ellas se hablaba de diferentes temas, incluyendo, la religión, la política o la poesía. Sus participantes se hacían llamar diablos (devils) y oficiaban ceremonias satíricas donde ridiculizaban la religión disfrazados de personajes de la Biblia. También organizaban lujosos banquetes donde cada plato recibía nombres estrafalarios e irreverentes.
Los enemigos políticos utilizaron la pertenencia de Wharton al club para sacarlo del parlamento y el Club del Fuego Infernal fue cerrado oficialmente en 1821. Sin embargo, surgieron otros Hellfire Club por toda Inglaterra e Irlanda. Uno de ellos fue Los Monjes de Medmenham, pues tenía su sede en una antigua abadía en Medmemham. El más famoso de todos fue el dirigido por sir Francis Dashwood que se fusionó con el anterior.

El filántropo libertino
¿Qué quién es este sir? Pues otro libertino acusado de satanista. Francis Dashwood (Londres, 1708 – 1781) fue un noble inglés político y filántropo, miembro de la Cámara de los lores por el Partido Consevador, además de tesorero real y canciller. Daswhood era un hombre de gran formación y tenía amigos poderosos entre miembros de la nobleza, la política, la banca o en el mundo del arte.
A parte de sus cargos y actividades públicas, era un amante de las fiestas, los lujos y los excesos con la comida, la bebida y las mujeres. Vivía en una inmensa mansión en West Wycombe donde celabraba reuniones y fiestas con sus amistades, muchos de ellos miembros de la masonería. Con el tiempo Daswhood alquilo una abadía en ruinas cercana para dotar a sus reuniones de un marco más adecuado.
El infame Hellfire Club
Daswhood fundó un nuevo Club del Fuego Infernal, aunque este es un mote despectivo que le dieron sus enemigos. El nombre real del club era la Orden de los Caballeros de San Francisco.
En las puertas de la abadía estaba inscrito el lema de club, inspirado en el pensamiento del escritor francés François Rebelais: “Fais ce que tu voudras” (Haz tu voluntad). La cita procede de su obra Gargantúa y Pantagruel, asociada a la abadía Thelema. Esta idea también fue recogida y llevada al límite por el ocultista y satanista Aleister Crowley, pero esa es otra historia.

Dentro del club
Son muchas las especulaciones entorno a las actividades de este Club del Fuego Infernal. Un libro de 1779 llamado Nocturnal Revels registraba algunas de sus reuniones y sus extraños rituales.
Las reuniones de realizaban dos veces al año, siempre por invitación del prior. Los asistentes acudían disfrazados y los iniciados eran considerados discípulos de Afrodita y Dionisios.
Los participantes de las reuniones disfrutaban de buena comida y la compañía de “damas alegres de disposiciones vivaces”. El sexo y el vino eran una parte esencial de los rituales e incluso la abadía donde se celebraban estaba decorada con temas mitológicos relacionados, símbolos fálicos y otros elementos de carácter sexual. También los jardines estaban adornados con estatuas de Pan y Príapo, e incluían un Templo y un Salón de Venus.
“Ni las damas ni los ‘monjes’ requerían votos de celibato, ‘los primeros se consideraban esposas legítimas de los hermanos durante su estancia dentro de los muros monásticos; todo Monje siendo religiosamente escrupuloso de no infringir la alianza nupcial de ningún otro hermano.” — del libro Noctural Revels, 1779
Si has visto la película Eyes Wide Shut de Kubrick, todo esto te recordará a su insólito ritual y te estarás preguntando quienes son aquí los famosos invitados participantes.
Miembros famosos del club

Los primeros miembros del club fueron el propio Daswhood y once de sus amigos, entre ellos varios nobles y políticos, como el medio hermano de Daswhood, sir John Dashwood-King, el conde de Sandwich o el notorio sir John Wilkes. Entonces aún se hacían llamar Los monjes de Medmenham.
Benjamin Franklin, padre fundador de los EE. UU. Y reconocido masón, también asistió a las reuniones del Club del Fuego Infernal en al menos una ocasión como invitado de Dashwood.
Otros de los participantes fueron El Principe de Wales Frederik, el duque de Queensberry, Chevalier D’Eon (un espía francés sexualmente ambiguo y travestido), y George Selwyn, el “caballero sádico” (y necrofílico) del siglo XVIII.
Culto al sexo o satanismo
En las reuniones del Club del Fuego Infernal, los rituales eran oficiados por un “Abad”, elegido para la ocasión, que vestía de rojo. El resto de los miembros vestían de blanco y se dirigían entre sí como “Hermanos” y a las damas y prostitutas invitadas como “monjas”.
Los disfraces con capucha, las simulaciones de sacrificios y la actitud satírica hacia a los ritos cristianos, junto con el carácter sexual de las reuniones, ha alimentado (sin evidencias claras) todo tipo de leyendas entorno al club y acusaciones de prácticas de magia negra y satanismo.
Las disputas políticas entre varios de sus miembros en el parlamento, provocó la caída del club. Sin embargo algunos Hellfire Club sobrevivieron en Irlanda y otros clubs siguieron su legado como el Club Fénix, una sociedad (en principio gastronómica) fundada por el sobrino del propio Dashwood.
Las Cuevas de West Wycombe, excavadas bajo la Abadía donde se reunía el club, son hoy visitables. El lugar es un destino turístico conocido como las “Cuevas del Fuego del Infierno” (The Hellfire Caves).
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