Relato de Mano de Mithril (@manodemithril en Instagram).
2º Puesto. I Reto de relatos cortos Libélulas Negras.
Hoy es un gran día, matarás a tu padre.
Te escondes en el armario, cuchillo en mano, esperas. Escuchas la carcoma, la notas junto al oído. Silencio. No respiras. Echas el aire. Sientes el cambio.
Pum. Papá ha llegado, el portazo ha hecho temblar toda la casa. Grita, sabe que te gusta jugar al escondite. Tomas las pastillas que te darán fuerza. Aprietas el puñal. Gruñes en silencio.
Pum. Tu cabeza suena contra el suelo del armario, has caído. Las píldoras no eran para ser más fuerte como decía tu tío, te engañó. Papá te ha encontrado. Tu cuchillo, perdido en una esquina.
—Ya eres mayor hija mía. Aprenderás lo que es el amor.
Te saca del armario, te tira al suelo. Sientes sus manos sobre tu cuerpo, se paran sobre tus pechos, planos, como los de todas tus amigas. Pataleas, pero lo que has tomado apenas te permite respirar. Te rompe la camiseta.
Áspera, su lengua te empapa todo el cuerpo. Te muerde, sientes sus dientes a través de la tela de la ropa. Ríe. Te coge el pantalón con las dos manos y tira de él, ahora solo es un trapo que apenas te cubre.
Sus pantalones yacen junto a los tuyos. Sientes la dureza de su poya golpeándote por todo el cuerpo, su risa perfora tus oídos. Gritas, ahora lo tienes dentro y te empuja. Su enorme cuerpo te aplasta contra el suelo, no para de taladrarte, chocas contra la pared, te golpeas la cabeza, una y otra vez.
Aun no ha amanecido. La negrura lo invade todo. Estás en las garras de Morfeo. Una voz te hace despertar: “levanta cariño, ya eres mayor”.
